Azcón acusa a Burrell de agresión y Mayte Pérez tilda al presidente de «machito»
Los socialistas abandonaron el pleno de las Cortes tras la nueva acusación del líder popular La izquierda le achacó convertir el Parlamento en un «lodazal»
ZARAGOZA. La bronca y la tensión política protagonizaron ayer el pleno de las Cortes con cruces de acusaciones y descalificaciones entre el presidente de Aragón, Jorge Azcón, y los grupos de la izquierda. Azcón llamó «machista» y acusó de nuevo al diputado socialista Álvaro Burrell de agredir a la portavoz adjunta del PP, Carmen Herrarte, por llamarla «sinvergüenza» en la Mesa de Educación. La bancada socialista reaccionó airadamente y abandonó el hemiciclo. Su portavoz, Mayte Pérez, reprochó al presidente una actitud de «machito» hacia ella y el resto de la izquierda le echó en cara haber convertido el Parlamento aragonés en un «lodazal».
La comparecencia de Azcón, a solicitud del PSOE para hablar del cumplimiento del pacto de gobernabilidad, mudó en un rifirrafe entre derecha e izquierda que orilló en buena medida la cuestión de debate para protagonizar reproches subidos de tono con la agenda política nacional como recurso.
El ambiente ya estaba previamente cargado, dado que en el punto anterior del orden del día (sobre el estatuto jurídico del pequeño y mediano municipio de Aragón), la diputada Elena Allué reclamó «educación» a los socialistas antes de recriminar el insulto «con actitud machista» de Burrell, que ya protagonizó la polémica la semana pasada. El aludido solicitó la palabra para reiterar que reconocía el «calificativo» que empleó con Herrarte, pero negó que hubiera machismo en ello. «Es una invención», dijo.
El debate lo abrió Pérez defendiendo a su compañero y acusando tanto al presidente Azcón como a su vicepresidente, Alejandro Nolasco (Vox), de mantener una estrategia de «crispación y polarización para convertir las instituciones en un lodazal». Aludió a la acusación al ministro GrandeMarlaska de no invitar a la DGA a su visita a una comisaría de Calatayud con un director general autonómico en la comitiva (por lo que Azcón pidió perdón). Y también se refirió a la reclamación de dimisión del delegado del Gobierno por parte de Nolasco por agresiones cometidas por bandas latinas pese a que sus responsables han sido detenidos.
Luego abordó el objeto del debate, indicando que el Ejecutivo PP-Vox está «ausente y ensimismado» y, en el caso del presidente, «más entretenido» en criticar a la oposición que en resolver los problemas. «Están tutelados por Madrid y han renunciado a la máxima de defender por encima de todo los intereses de Aragón por los intereses del partido», criticó.
Mayte Pérez le censuró su actitud de «buen machito» y le acusó de ser el «líder más reaccionario y radical» del PP, por lo que «no necesita» siquiera a sus socios de Vox. Y le recriminó que la política es más que dar «zascas».
En su primer turno, Azcón protagonizó la polémica al decirle a Burrell que sí lo considera «un machista» al advertir que su insulto a Herrarte fue una «agresión» y reclamarle que pida perdón a la aludida y a todas las diputadas del PP. De inmediato, los parlamentarios del PSOE abandonaron el hemiciclo y solo se quedaron su portavoz y su adjunto, Darío Villagrasa. Entre aplausos de los populares, el presidente consideró la respuesta de los socialistas de «espectáculo machista». «Pueden irse las veces que quieran del pleno haciendo dejación de funciones y escenificando que han vuelto a perder el norte», subrayó
El líder popular también aludió a la cuestión del debate para señalar que han cumplido el 20% del acuerdo con Vox y que tienen en ejecución otro 60% de los compromisos, aunque prefirió pasar al ataque al PSOE que detallar la gestión. «Están enfangados con sus problemas internos y hasta el cuello con la corrupción, por lo que tienen que dedicarles más tiempo que a los aragoneses», aseveró. Azcón volvió a reprender a los socialistas por entender que han cambiado prioridades y valores para mantenerse en la Moncloa. A su juicio, han «abrazado la desigualdad» y hasta el «discurso xenófobo» de Bildu y Junts, mientras en Aragón guardan silencio.
Críticas de la izquierda
El resto de la izquierda también censuró al presidente. El diputado de IU, Álvaro Sanz, lamentó que el pleno vuelve a estar marcado por la «borrachera de soberbia y la mediocridad» de Azcón, al que reprendió por convertir el Parlamento en el «lodazal de la Asamblea de Madrid». Con esta última reprobación coincidió Andoni Corrales (Podemos), quien recordó que la diputada Herrarte que ahora acusa a Burrell de machista fue quien en 2022 dijo que la exministra Irene Montero había llegado a donde estaba porque le había «fecundado el macho alfa».
Por CHA, José Luis Soro, afeó a Azcón que disfrute con las «peleas de barro» y hable de corrupción cuando el PP es el único partido condenado en los tribunales.
El portavoz de Teruel Existe, Tomás Guitarte, se desmarcó e hizo un llamamiento a debatir de lo que preocupa a los aragoneses. El diputado aragonesista Alberto Izquierdo pidió una reflexión a todos para no repetir el «espectáculo» vivido y reconducir la labor parlamentaria hacia la utilidad y no a «la vergüenza». «Es una auténtica pena», valoró.
Fernando Ledesma, del PP, criticó a Pérez por montar un «folclore» como si fuera poco el caso Koldo o las discrepancias internas del PSOE-Aragón. Santiago Morón, de Vox, lamentó los ataques de los socialistas como estrategia de defensa y que se hagan «los ofendiditos» cuando Azcón les da «el primer revolcón».