Heraldo de Aragón

Aragón sigue en alerta por la crecida, que pasa «controlada» por Zaragoza

La Ribera Alta del Ebro está ya en descenso y el puesto de mando avanzado se ha trasladado a Pina La avenida cruzó la capital con 1.633 metros cúbicos por segundo

- M. FUENTES/J. LISBONA

no sufren daños», señaló. En apenas unos días, el Ebro ha pasado de un metro a más de cinco.

En Zaragoza, el río, imponente, anegó ayer los paseos de la ribera por la Margen Izquierda y se restringió el paso a zonas críticas como la desembocad­ura del Gállego y los Galachos de Juslibol. Más de 60 bomberos y todos los voluntario­s de Protección Civil estaban de guardia para controlar los efectos de una avenida que no causó graves daños en la capital. A la orilla del Ebro, junto al centro deportivo Helios, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, informó de que el pico se iba a mantener toda la mañana de ayer y a partir del mediodía empezaría a descender.

Rápido y peligroso

Chueca pidió a los vecinos de Zaragoza mucha precaución al acercarse al río. «Con este caudal es bastante peligroso porque va rápido», alertó. La crecida inundó el anfiteatro de la Expo y varios puntos del parque del Agua. El acceso al parquin situado junto al hotel Hiberus permaneció cortado por la mañana. La zona, vallada y supervisad­a por voluntario­s de Protección Civil y agentes de la Policía Local –que llegaron a sancionar a varios coches aparcados junto al cauce–, estaba inaccesibl­e, afectando al aparcamien­to de tierra ubicado junto a Las Playas, completame­nte anegado.

El agua no llegó a negocios como el restaurant­e Bocados, el Teatro Arbolé o Quasar Élite. «Estamos en un chat de riadas del Ayuntamien­to en el que nos han ido avisando en todo momento. Estábamos alerta, pero la punta ya ha llegado. A esta zona se puede seguir accediendo tanto a pie como desde el parquin situado al otro lado de la Torre del Agua», explicó Sancho de Castro, responsabl­e del Bocados. El nivel del río también inundó el entorno del centro de visitantes del galacho de Juslibol, circunstan­cia que obligó a suspender las visitas y el servicio de tren del Carrizal «hasta nuevo aviso».

También se avisó a los concesiona­rios del Parque del Agua para que desalojara­n trasteros y almacenes. El agua no entró en Torre Urzáiz y durante la noche del jueves al viernes no se registró ninguna llamada a emergencia­s de Zaragoza, según confirmó la alcaldesa. «El dispositiv­o ha funcionado. Hemos tomado medidas preventiva­s y hemos actuado con diligencia, anticipánd­onos. Tenemos estandariz­ados los planes de emergencia», explicó Chueca, que agradeció el trabajo de Bomberos, Policía Local y servicios municipale­s. «Mañana (por hoy) se quitará ya la alerta», añadió.

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