La cofradía del Descendimiento gana el concurso de tambores de la Semana Santa
Los más de 4.000 asistentes disfrutaron de los toques de 25 cuadrillas en el pabellón Príncipe Felipe La Columna y la Piedad completaron el podio
ZARAGOZA. La cofradía del Descendimiento se proclamó ayer ganadora del XLIX concurso de tambores de Zaragoza, o lo que es lo mismo, el certamen de instrumentos tradicionales de la Semana Santa. El podio lo completaron la cofradía de la Columna, como segunda clasificada, y la Piedad, que obtuvo el bronce. La Coronación de Espinas fue la cuarta clasificada y el Calvario quedó en quinto lugar.
Con esta nueva victoria, el Descendimiento suma ya 13 ‘títulos’ del concurso de tambores y empata en lo más alto del podio histórico con la Columna, que también ha vencido en otras tantas ocasiones. Curiosamente, las dos cofradías se han intercambiado los papeles respecto a lo sucedido en 2023, cuando también fueron segunda y primera. Le siguen en este ranquin de las últimas décadas la Dolorosa (con nueve victorias) y la Piedad, con cuatro.
Durante toda la mañana, unas 4.000 personas animaron en el pabellón Príncipe Felipe a todas las cuadrillas participantes, tanto en la modalidad de exhibición como en la de concurso. Fueron 25 hermandades y unos 700 cofrades los que se dieron cita, no solo llegados desde la capital, sino también procedentes de otras localidades como Utebo, Alagón o Arnedo (La Rioja). Cerca ya de las dos de la tarde, la alcaldesa Natalia Chueca fue la encargada de dar el trofeo a los cofrades del Descendimiento.
El actor Rafa Blanca ejerció de maestro de ceremonias, e insistió en que el resultado era lo de menos y lo de más, la hermandad entre los cofrades. «Nos vemos en pocos días en las calles», invitó a todos los presentes.
«Fe, fraternidad, tradición»
En el concurso de este año, las campanas de las Esclavas tuvieron especial protagonismo, dado que la congregación de hermanas fue la encargada de organizar el acto por delegación de Junta Coordinadora de Cofradías. «Ayer (por el sábado) disfrutamos de los toques de niños y hoy (por ayer) lo hacemos de los mayores, que han trabajado duro para mostrar toques distintos y llenos de ilusión», dijo Carmen Etayo, la hermana mayor, que definió la Semana Santa como «fe, fraternidad, tradición, trabajo, recogimiento y silencio».
Carlos Palomero Nogueras, consiliario de la Junta Coordinadora, agradeció el apoyo de todos los asistentes y antes de que comenzaran los redobles celebró esta jornada en la que «la devoción y la sonoridad se unen en la exaltación de fe y talento musical». «En este encuentro se acompasan el ritmo, la percusión, el esfuerzo y la ilusión de los cofrades. Aunque es un concurso, no se busca como último fin el competir, sino más bien el deseo unánime de convivir y compartir un mismo espíritu», dijo Nogueras, para quien los toques son «un gesto de amor generoso para Cristo y su madre y crean lazos de verdadera amistad».
Durante más de cuatro horas, cada toque de cada cuadrilla se celebró en la grada, donde los familiares de los cofrades aplaudieron a rabiar, hicieron decenas de fotos y animaron con globos y pancartas. Los ganadores se llevaron a casa un trofeo que este 2024 representaba una de las campanas de las Esclavas, que tan solemnes suenan en su procesión de Sábado Santo.