Zaragoza se blinda contra las inundaciones y la sequía en la nueva ordenanza de ecoeficiencia
El Ayuntamiento incluye medidas para afrontar el cambio climático y para ahorrar y ser eficiente en el uso del agua Sancionará con multas que irán de 300 a 100.000 euros la mala gestión de los recursos
ZARAGOZA. El Ayuntamiento de Zaragoza se blinda ante los efectos del cambio climático. Lo hace a través de la modificación de la Ordenanza Municipal para la Ecoeficiencia y la Calidad de la Gestión Integral del Agua (Omecgia), que incluye los recortes que se aplicarían en situaciones de sequía y medidas con las que se pretende prevenir las inundaciones. Es una de las principales novedades que se incorporarán en la norma que prevé, además, sanciones que oscilarán entre los 300 y los 100.000 euros para castigar una gestión inadecuada de los recursos. A efectos prácticos y para atajar el intrusismo, se incorpora la exigencia de que las intervenciones que se autoricen en las instalaciones para el abastecimiento y saneamiento se ejecuten por profesionales.
Volumen anual captado (m3/año)
En el diseño, ejecución y explotación de las infraestructuras del ciclo integral del agua, el Ayuntamiento se compromete a introducir medidas para «minimizar la huella de carbono». Impulsará, además, la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero, la eficiencia energética, el consumo de renovables y la economía circular. Deberá disponer de medios que permitan obtener proyecciones, pronósticos y evaluaciones sobre la evolución del clima para poder planificar las infraestructuras del ciclo integral del agua.
Para prevenir las inundaciones, la propuesta para modificar la ordenanza plantea medidas concretas. En las actuaciones de ordenación urbanística, se incluirán informes de sostenibilidad ambiental, un mapa de riesgos naturales y otro de inundaciones, que se tendrán en consideración antes de ser aprobados. En las calles de las nuevas urbanizaciones, se tendrán que evitar puntos bajos que carezcan de desagüe natural en los que pueda acumularse el agua y obstruir la red de alcantarillado. En los edificios de nueva construcción, los elementos bajo rasante deberán disponer de una impermeabilización