El detenido por el crimen de la calle de Lastanosa alega legítima defensa
ZARAGOZA. Tomás Jesús I. L., de 64 años, en prisión preventiva como presunto autor del homicidio de José Luis E. B., de 58, asegura que no hizo más que defender su vida ante el ataque con una navaja por parte de quien luego resultaría muerto precisamente con la misma arma blanca. El detenido continúa ingresado en el módulo de seguridad hospitalario del Miguel Servet recuperándose de las lesiones sufridas durante la reyerta, ocurrida entre el 3 y el 5 de marzo en el domicilio de la víctima en la calle Lastanosa de Zaragoza.
Sus primeras manifestaciones ante la Policía fueron en ese sentido. Tomás Jesús I. L. contó a los funcionarios que se entrevistaron con él que discutió con José Luis E. B., por motivos todavía no aclarados, y que en medio de la disputa este último sacó una navaja y lo atacó. Añadió que él se defendió como pudo, prueba de ello serían las heridas defensivas que presentaba en manos y antebrazos.
Al parecer, los dos hombres cayeron al suelo y se enfrentaron cuerpo a cuerpo causándose heridas mutuas, entre ellas varias fracturas de costillas. Explicó que en un momento de la refriega recibió un navajazo en la cabeza, a la altura de la sien, que le alcanzó el cráneo y sintió que podía perder la vida. Sin saber cómo ni de qué forma, manifestó a los agentes, se hizo con la navaja y se la clavó a José Luis E. causándole la muerte.
Luego, a consecuencia de las heridas, quedó inconsciente en el suelo junto al cadáver. Afirma que así pasó «horas» y que cuando recuperó el conocimiento llamó a su hija con el teléfono del fallecido para decirle dónde estaba y pedirle la medicación que suele tomar. Nada más llegar, la mujer encontró la puerta del piso abierta y a los dos hombres en el suelo, por lo que avisó a la Policía.
Dinero y cocaína
Los agentes, además de detener al herido como presunto autor del homicidio, registraron el domicilio y encontraron importantes cantidades de dinero y cocaína. Por esa razón, lo pusieron a disposición judicial por presuntos delitos de homicidio, robo con violencia y un tercero contra la salud púbica al entender que el objetivo último de la agresión podría ser apoderarse de la droga y el dinero.
Víctima y detenido se conocían desde hacía años e incluso Tomás Jesús I. L., de profesión camarero, había trabajado para José Luis E., que había regentado el bar Los Pajaritos en las Delicias. Según fuentes de su entorno, no tenían una relación de amistad y hace tiempo que no se veían. Pero unas llamadas durante las pasadas Navidades por parte de la víctima a la hija del detenido provocaron malestar en este y, el pasado fin de semana, decidió acercarse hasta su casa para pedirle explicaciones.
La Policía está investigando la procedencia y el destino de la droga y el dinero hallado en el domicilio del finado. En estos momentos ninguno de los dos hombres trabajaba. El detenido tiene reconocida una incapacidad por sus problemas físicos y el fallecido ya se había retirado de la hostelería.