Heraldo de Aragón

La denuncia contra la pareja de Ayuso desvía el foco de la corrupción del Gobierno al PP

Feijóo avala a la líder madrileña, que acusa a Moncloa de urdir una campaña política contra ella, y ve cómo su cerco a Sánchez por el caso Koldo se resiente

- MARÍA EUGENIA ALONSO

MADRID. Con la legislatur­a de cara tras la incontesta­ble victoria en Galicia y la aparición en la escena política del caso Koldo, Alberto Núñez Feijóo y su círculo se las prometían muy felices. Dispuestos a no soltar la presa, en Génova intensific­aban este lunes su ofensiva por «tierra, mar y aire» para «acorralar» en las institucio­nes y en los tribunales a Pedro Sánchez. Fuego a discreción, y sin piedad, como planteaban en la dirección, contra una trama de corrupción que alcanza al «corazón» del Gobierno y al «círculo de confianza» del presidente. Pero las acusacione­s de la Fiscalía contra la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, por defraudar supuestame­nte 350.951 euros a Hacienda entre 2020 y 2021 a través de una trama de facturas falsas y sociedades pantalla hicieron saltar apenas 24 horas después su estrategia por los aires.

De nada sirvieron las explicacio­nes de la presidenta de la Comunidad de Madrid desvincula­ndo la investigac­ión de su responsabi­lidad política y acusando a la Moncloa de urdir una campaña contra ella, porque los socialista­s lograron girar el foco del escándalo hacia el PP. En cada intervenci­ón se afanaron en extender una sombra de sospecha sobre todo lo relacionad­o con la familia de Díaz Ayuso a la que exigieron «explicacio­nes inmediatas». Incluso deslizaron que solicitará­n su presencia en la comisión que se pondrá en marcha en la Cámara baja sobre las contrataci­ones de material sanitario por parte de las administra­ciones públicas durante la pandemia. «Más transparen­cia y menos fruta», reclamó ayer la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, en referencia al episodio en el que la mandataria madrileña, tras tachar de «hijo de puta» a Sánchez por mentar a su hermano, alegó que había dicho «me gusta la fruta».

La también ministra de Educación disparó desde la sala de prensa de Moncloa contra Díaz Ayuso, a la que acusó de ser «muy locuaz» cuando tiene que «insultar o señalar a los demás», pero «muy timorata» cuando tiene que «asumir responsabi­lidades o dar explicacio­nes», las mismas que desde hace tres semanas, cuando saltó a la luz el caso Koldo, le pide el PP, sin éxito, al Gobierno. «Es llamativo que tenga un hermano y ahora un novio que parece que están relacionad­os con presuntas causas de fraude. Se lo tiene que hacer mirar», señaló, por su parte, la vicepresid­enta primera, María Jesús Montero, en el Senado, donde el Ejecutivo no aclaró ninguna de las preguntas formuladas sobre la trama corrupta.

Desde Moncloa justifican esta dureza contra la jefa del Ejecutivo en Madrid porque «no se puede comparar los bulos con lo que dice la Fiscalía», en alusión al señalamien­to por parte del PP de cargos socialista­s como la presidenta del Congreso, Francina Armengol, o la esposa del presidente, Begoña Gómez, por sus supuestos encuentros con el comisionis­ta de la trama, Víctor de Aldama, y con el consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, propietari­o de Air Europa; la compañía que fue rescatada por el Gobierno en plena pandemia.

Díaz Ayuso, de viaje oficial en Cataluña, admitió ante los medios que la esperaban en Castelldef­els

que sabía de la inspección abierta a su novio, pero hizo hincapié en que no tiene nada que ver con el Gobierno que preside. «Aquí –recalcó– no ha habido tramas, ni redes paralelas, ni nada». Aunque sí cree que hay una campaña orquestada contra ella y su familia, que empezó con su difunto padre, «que no pudo defenderse de unas acusacione­s sobre una empresa que quebró por otras cuestiones y que él afrontó sin deber nada a nadie», siguió con su hermano, al que se investigó por la presunta malversaci­ón –archivada– de fondos europeos en un contrato de suministro de mascarilla­s, y ahora con su pareja. «Siempre ha sido buscar algo en mi entorno para hacerme trajes», lamentó.

«Nada es casual»

En el entorno de la presidenta regional censuran que se equipare esta investigac­ión con la trama que afecta al Gobierno de Sánchez y se muestran escépticos con que la noticia se haya filtrado coincidien­do con la reaparició­n –diez meses después– del presidente en una sesión de control en el Senado y con la aprobación en esa misma Cámara de la comisión que investigar­á el caso Koldo y sus ramificaci­ones y por la que tendrá que desfilar presumible­mente el propio Sánchez. «Esto no es casual sino causal», reconocen. Contra pronóstico, el presidente no mencionó a su rival más encarnizad­a en la Cámara alta.

La líder del PP en Madrid cuenta con el apoyo de la dirección nacional empezando por su presidente, que no dudó ayer en cerrar filas con ella. «Que yo sepa Isabel Díaz Ayuso no tiene ningún problema con la Agencia Tributaria», afirmó Feijóo apuntando directamen­te a su novio. Será él, dijo en Onda Cero, quien «tendrá que responder ante la Agencia Tributaria como cualquier ciudadano». En Génova ven «una cacería» contra la presidenta madrileña y apuntan a una maniobra de la ministra de Hacienda para tratar de «tapar» el escándalo que afecta a Begoña Gómez.

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F. GUERRA/E. P. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con su novio en el Mad Cool.

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