El nuevo impuesto a las renovables sale adelante con la abstención del PSOE
Los grupos exigen que la recaudación del tributo, que superará los 30 millones de euros, se destine casi en su totalidad a la despoblación y al medio rural
ZARAGOZA. La tramitación del nuevo impuesto que gravará la actividad de empresas eólicas, fotovoltaicas y los tendidos eléctricos ha echado a andar en las Cortes de Aragón. Y pese a que los grupos de la oposición han manifestado su deseo de aplicar cambios profundos, el texto normativo ha salido adelante sin votos en contra y la única abstención del PSOE.
Sobre la mesa, un tributo que nace con el objetivo de lograr una recaudación de entre 32 y 36 millones de euros, que en gran medida se destinarán al medio rural, a la restauración medioambiental y a la lucha contra la despoblación. El 50% pasará a un fondo para aplicar mejoras ambientales a los municipios afectados, mientras que otro 15% irá a planes contra la despoblación. Estos porcentajes marcaron el debate, dado que la oposición quiere que la mayor parte de los ingresos lleguen a las zonas afectadas. En principio, el Gobierno prevé que el nuevo impuesto pueda estar en vigor a finales de abril o en el mes de mayo.
La vicepresidenta y consejera de Economía, Mar Vaquero, explicó que el tributo pretende ser «una compensación a las afecciones» de los molinos y las placas fotovoltaicas al paisaje y al medio natural. En su consideración, se trata de «superar la división social» que ha generado el sector, que ha crecido de forma notable en los últimos años en Aragón.
«Esta ley pretende facilitar que las empresas del sector, denostadas y cuestionadas, no solo se conviertan en decisivas del desarrollo económico, sino que puedan demostrar un compromiso específico con el medio rural», Vaquero, que se mostró a favor de mantener la implantación «ordenada» de proyectos de renovables en Aragón.
La ley tiene su origen en un anteproyecto que ya presentó el PSOE en la anterior legislatura. Pero los socialistas consideran que el texto legal que se propone ahora ha experimentado un cambio notable. «Mucho han de cambiar las cosas para que nuestro voto sea positivo. Este no es nuestro proyecto», señaló el diputado Óscar Galeano.
Defendió que sean los municipios afectados por las renovables los principales beneficiarios del impuesto. José Luis Soro, de CHA, lo consideró un impuesto «necesario», pero que «no tienen sentido que vaya solo el 15% para despoblación». El diputado nacionalista criticó las exenciones previstas en el caso de los proyectos de interés general, como ocurre con el caso del Nudo Mudéjar.
«Una cantidad irrisoria» Tomás Guitarte, de Teruel Existe, cargó contra el proceso de implantación de las renovables y exigió que el 100% del dinero vaya para el territorio. «Un 15% es una cantidad irrisoria», valoró el diputado, que consideró que la recaudación de este impuesto no podrá compensar al territorio. Andoni Corrales (Podemos), Álvaro Sanz (IU) y Alberto Izquierdo (PAR) reclamaron más fondos para luchar contra la despoblación.
Los partidos que apoyan al Gobierno defendieron el impuesto. Blanca Puyuelo, del PP, recordó que al 15% se le suma el 50% del fondo de solidaridad energética. Fermín Civiac, de Vox, cargó contra el sector de las renovables, que en su opinión vive «una burbuja» favorecida por «políticos y empresarios sin escrúpulos». «Cuando explote, lo pagaremos entre todos», ha dicho.