Las pruebas diagnósticas de primaria y ESO se desarrollarán del 13 de mayo al 7 de junio
Los tests, recogidos en la Lomloe, se centrarán en Lengua y Matemáticas y los corregirá un organismo externo
ZARAGOZA. La consejera de Educación, Claudia Pérez Forniés, anunció ayer que del 13 de mayo al 7 de junio se desarrollarán las pruebas diagnósticas previstas para este curso en la actual ley educativa (Lomloe). Se hará en Lengua y Matemáticas y a todos los alumnos de 4º de primaria y 2º de ESO. «La necesito para hacer una política educativa adecuada», subrayó en referencia a los «malos» resultados del informe PISA. Precisó que la corrección no corresponderá a los centros educativos, sino a un organismo externo.
Ofreció estos detalles en medio de otro rifirrafe con el diputado socialista Ignacio Urquizu. La consejera sostuvo, mediante gráficos, que solo en el periodo de 2011 a 2015, cuando gobernaba Aragón Luisa Fernanda Rudi, «mejoran los resultados». «El PP es capaz de sacar a los alumnos con niveles educativos bajos y transformarlos», subrayó en el pleno de las Cortes, donde compareció a petición propia. La izquierda lamentó que no se estuviera hablando del decreto de escolarización, cuyos baremos y concreciones se anunciarán la próxima semana. «El debate sobre el informe PISA siempre es pertinente, pero sigue sin aceptarnos la comparecencia para el decreto de escolarización y por la escuela de Caneto», criticó Urquizu, para quien la comunidad aragonesa se encuentra «en el mejor de los escenarios».
«Aragón está por encima de la media en igualdad y en puntuación», subrayó. No obstante, reconoció referentes como Asturias, Cantabria y Castilla y León, con rentas per cápita inferiores a la aragonesa y con mejores resultados en PISA. «Su análisis es poco riguroso», le espetó Urquizu. La consejera no dudó en frenarle y pedirle que no le de clases de estadística. «De esas cosas –dijo– sé más que usted».
En lo único que casi coincidieron es en intentar emular lo hecho en Castilla y León (gobernada también por el PP), tal y como ya lo marcó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el anuncio de 500 millones para mejorar estos resultados. Un importe que estaba «sujeto a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado» y que ahora se desconoce si podría llegar. Ya se trabaja con el grupo de Didáctica Matemática de la Universidad de Zaragoza, que es el que implementó los programas de Castilla y León. Asimismo, ha especificado que se están revisando los currículos de primaria, secundaria y bachillerato, en los que se prevé mejorar la «evaluación, promoción y la titulación».
Diferencias entre los partidos Isabel Lasobras, diputada de CHA, señaló que PISA «no es una evaluación del sistema educativo en su globalidad» y recordó que el informe se llevó a cabo justo cuando se salía de la pandemia. También el portavoz de Teruel Existe, Tomás Guitarte, defendido que es complicado que los efectos de la Lomloe, aprobada en diciembre de 2020, se perciba ya en este informe. Andoni Corrales (Podemos) reclamó centrarse en la gestión, con políticas como la bajada de alumnos por clase y la apuesta por extraescolares y refuerzos para que «todos los alumnos mejoren sus capacidades y no solo los que puedan permitírselo económicamente».
Álvaro Sanz (IU) lamentó que no se abordara la escolarización y señaló que la gestión de la época de Rudi fue «nefasta». Alberto Izquierdo (PAR) reconoció que los datos «no son buenos» y animó a Pérez Forniés y al Gobierno de España a alcanzar grandes acuerdos en materia educativa que no dependan de las legislaturas en las que gobiernan.
El diputado de Vox David Arranz, socio de Gobierno, remarcó que los resultados de PISA son «preocupantemente bajos», aunque reconoció que podrían estar afectados por la pandemia. Y, a pesar de que aseguró que su objetivo es que la educación sea un «auténtico ascensor social», destacó la brecha entre «alumnos nacionales e inmigrantes». «Las políticas de integración no funcionan. No es posible integrar una inmigración masiva y descontrolada» apostilló.