Entre el 6 y el 10% de los hablantes de aragonés lo usan a diario como lengua predominante
HUESCA. «A la gente le da miedo hablar aragonés porque tienen un complejo lingüístico de inferioridad ya que les han hecho creer durante décadas que están utilizando una lengua fea y vasta. Pero está habiendo un cambio y ahora la gente vive lo rural con orgullo», valora el sociólogo de la Universidad de Zaragoza Alejandro Pardos, que junto a sus compañeros Antonio Eito, Chaime Marcuello y Alejandro Pardos y al especialista en estadística José Ángel Iranzo han investigado sobre el uso actual de esta lengua en el Alto Aragón.
El trabajo, financiado por Cátedra Johan Ferrández d’Heredia de Lenguas Propias y las Comarcas de Jacetania, Ribagorza y Hoya de Huesca, se basa en 1.000 encuestas realizadas entre abril y agosto de 2023 en 60 municipios de Huesca y la comarca de las Cinco Villas de Zaragoza.
El mayor porcentaje que tiene el aragonés como lengua predominante está en la franja de 60 a 74 años (10,5%), seguida de los mayores de 75 años (9,5%), 45-59 (8%), 30-44 (6%) y 15-29 (5,8%), lo que revela un problema de relevo intergeneracional «que puede contribuir a la desaparición de la lengua», advierten.
Además, el 48% de los mayores de 75 años hablan en aragonés a diario, un porcentaje que se reduce conforme bajaba la edad hasta el 27% entre los de 15 a 29 años. Y el 80% aseguraron entender aragonés, aunque eran menos los que tienen competencias básicas como hablar (34%), escribir (29%) o leer (69%).
Ribagorza lidera el porcentaje de hablantes habituales de aragonés (en cualquiera de sus variedades) con un 31,8%, seguido por Cinca Medio (18,1%), Somontano y Jacetania (13,6%), Alto Gállego y Hoya de Huesca (9,09%) y Sobrarbe (4,5%).