Heraldo de Aragón

El crucial y delicado papel del tercer entrenador en un año

Víctor Fernández repite experienci­a en el Real Zaragoza como técnico de urgencia en una misma temporada Los antecedent­es en la época moderna son dispares

- PACO GIMÉNEZ

ZARAGOZA. Dentro de 72 horas el Real Zaragoza estrenará su tercer entrenador en una misma temporada. Un síntoma indiscutib­le de problemas, de dificultad­es, de errores, de un mal año en definitiva.

Esta circunstan­cia, que no es común a lo largo de la historia global, supone un modelo de curso futbolísti­co que viene como consecuenc­ia de la necesidad de actuar de un modo extraordin­ario por parte de la directiva de turno. Es la consecuenc­ia de una deriva en el equipo, que se ha alejado en exceso de las expectativ­as o previsione­s de proyecto inicial del club. Un fracaso, en definitiva.

Víctor Fernández es en este mes de marzo de 2024 el tercer eslabón de la defectuosa cadena que tiene por delante a Fran Escribá, el iniciador fallido del plan de la SAD, y a Julio Velázquez, el primer repuesto elegido que, naturalmen­te, ha salido con taras y ha debido ser a su vez sustituido.

En un año así, donde se acaba llegando al recurso de urgencia de traer un tercer entrenador, las pautas de comportami­ento presentan signos de conductas siempre semejantes. El primero descarrila con estrépito en los primeros partidos o en un momento dado de la primera vuelta de la liga, causando decepción en la directiva y en la afición por no alcanzar el nivel prometido y esperado. El segundo llega mediatizad­o por el accidente del primero, trata de remodelar el equipo y de dejar su marca como técnico innovador y, por diversas causas, acaba estrellánd­ose más pronto que tarde, pues ni llegan los resultados, ni los jugadores evoluciona­n en positivo y, de todo esto, emana un mal ambiente en la afición y en el entorno que acaba siendo tóxico y recomienda a los dirigentes una nueva sustitució­n en el banquillo, su burladero y paraguas imprescind­ible.

Lo que está sucediendo en este punto de la liga 23-24, por lo tanto, no es extraño ni inédito. En Zaragoza, en la época más moderna (los últimos 30 años), es la séptima vez que una misma temporada va a acabar con tres o más entrenador­es al frente del vestuario. Casi un tercio de las dirimidas, pues, en tres décadas. Una media muy alta que denota tiempos abruptos. Demasiados.

Delicada labor la del tercero Víctor Fernández estrenará su nuevo papel de tercer entrenador del curso ante el Espanyol este domingo en La Romareda (18.30). Crucial y delicada labor. El tercero en la cadena de restauraci­ón de 1 4 2 5 3 6 un equipo resquebraj­ado se encuentra siempre con vicios de dos orígenes diferentes. Retumban los ecos del fiasco inicial (ahora, el de Escribá) y, en especial, la plantilla aún está imbuida en el confundido mensaje del segundo mando, que en este caso es Velázquez.

El tercero llega deprisa. Con un medioambie­nte viciado (aunque esto, en el caso de Víctor, se alivia sobremaner­a por su aura zaragocist­a). Y con poco tiempo para reaccionar pues la liga se acaba. Así que no caben dudas ni existe apenas margen para seguir cometiendo errores graves en aspectos futbolísti­cos. Esos, ya los gastaron los dos entrenador­es anteriores.

Antecedent­es dispares

El análisis de los seis años anteriores a este en los que el Real Zaragoza de los últimos 30 años tuvo que recurrir a tres entrenador­es o más en una misma temporada ayuda a comprender lo dificultos­o de este trabajo para sus protagonis­tas. En este periodo, tres casos ocurrieron con el equipo aún en Primera División y los otros tres (este es el cuarto) dentro ya de la abominable década consecutiv­a en Segunda.

Luis Costa en la liga 1996-97; Marcos Alonso en la 2001-02; Javier Irureta en la 2007-08; César Láinez en la 2016-17; Víctor Fernández en la 2018-19; y Juan Ignacio Martínez ‘Jim’ en la 2020-21 componen el sexteto de antecesore­s del actual episodio del repetidor Fernández como terceros platos en años torcidos. En todos los casos, los problemas y retos fueron relativos a la salvación de la categoría, a estar inmersos en la pelea por huir del descenso.

Cuatro saldaron en positivo sus cometidos. Dos, por el contrario, no pudieron y se derrumbaro­n con todo el equipo. Los que cumplieron la misión fueron Luis Costa, César Láinez, Víctor Fernández y Jim. Quienes se vieron incapaces para reflotar al Real Zaragoza que, obviamente, acabó descendien­do (las dos veces en Primera, camino de Segunda), fueron Marcos Alonso y Javier Irureta.

En el caso de este, Irureta en 2008, no fue él quien firmó la defunción zaragocist­a camino de la división inferior porque se fue antes de tiempo. Eso le tocó a Manolo Villanova, que tendría que venir como ¡cuarto entrenador en un mismo curso!, un hecho único.

Como se aprecia en el cuadro adjunto, hay bastantes similitude­s en los tiempos, dinámicas y modos de proceder en los dirigenes del Real Zaragoza en los años con varios cambios de entrenador. Se tarda ligerament­e más o menos en echar al primero; el segundo no suele durar demasiado normalment­e; y llega el tercero, con un tiempo más diverso para la reacción, según el histórico.

Es clave para los terceros entrenador­es embocar bien y pronto la reacción. No acumular dos partidos sin ganar en su debut. Es imprescind­ible detener cuanto antes la caída libre. Ese es, otro año más, el desafío del presente.

 ?? HERALDO ?? Los ‘terceros’ entrenador­es en las ligas más convulsas en el banquillo zaragocist­a en tres décadas. Luis Costa (1) llegó en tercera instancia en la liga 1996-97. Marcos Alonso (2) fue el tercer inquilino del vestuario en la 2001-02. Javier Iruteta (3) ocupó en tercer lugar el puesto en la temporada 2007-08. César Láinez (4) lo hizo en la 2016-17. Víctor Fernández (5) repite, pues tuvo este rol en la campaña 2018-19 y, de nuevo ahora, en la 2023-24. Y Juan Ignacio Martínez ‘Jim’ (6) fue fichado en tercer lugar durante el curso 2020-21.
HERALDO Los ‘terceros’ entrenador­es en las ligas más convulsas en el banquillo zaragocist­a en tres décadas. Luis Costa (1) llegó en tercera instancia en la liga 1996-97. Marcos Alonso (2) fue el tercer inquilino del vestuario en la 2001-02. Javier Iruteta (3) ocupó en tercer lugar el puesto en la temporada 2007-08. César Láinez (4) lo hizo en la 2016-17. Víctor Fernández (5) repite, pues tuvo este rol en la campaña 2018-19 y, de nuevo ahora, en la 2023-24. Y Juan Ignacio Martínez ‘Jim’ (6) fue fichado en tercer lugar durante el curso 2020-21.
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