Yesa necesitará al menos hasta finales de 2027 para finalizar las obras del recrecimiento
El proyecto está al 82% y la CHE espera retomar la construcción este año tras la aprobación del cuarto modificado. Los regantes de Bardenas urgen que se desbloquee
ZARAGOZA. Con Yesa al 90% de su capacidad, al presidente de la comunidad general de regantes de Bardenas, José María Vinué, le asalta una profunda desazón. «Tenemos el embalse lleno y todo lo que entra hay que evacuarlo al río Aragón. Y hay una cantidad de nieve importante. Si Yesa estuviera recrecido, lo tendríamos lleno», dice apesadumbrado ante una obra vital para los regantes navarros y aragoneses y para el abastecimiento de Zaragoza y su entorno.
Con las obras suspendidas temporalmente a la espera de que el Ministerio de Transición Ecológica tramite el cuarto modificado y casi 23 años después del inicio de los trabajos (debían haber estado terminados en cinco), la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) confía en que estarán finalizados en el periodo de vigencia del actual plan de cuenca 2022-2027. Aunque no hay un fecha clara, hasta finales de 2027 no podría concluir la obra, diseñada para elevar la capacidad del embalse de los 440 hectómetros cúbicos actuales a 1.075. A este retraso, habría que sumar otros dos más de pruebas de carga.
Además de las múltiples vicisitudes sufridas por esta infraestructura desde su origen y a la contestación social que ha acompañado al proyecto (la asociación Río Aragón ha reiterado esta semana que la obra es «inviable» y que entraña «riesgos»), en este momento hay dos motivos para el bloqueo de la construcción. Por un lado, está la reposición de la carretera A-137 de Sigüés, que está paralizada, y por otro lado los problemas para aprobar el cuarto modificado de la infraestructura, que afecta a los nuevos aliviaderos por los que se evacúa el agua de la presa.
La CHE ya dio el visto bueno al modificado en 2023, pero por parte del Consejo de Estado y el Consejo de Obras Públicas para continuar con la construcción. Fuentes del organismo de cuenca califican el proyecto de «estratégico» y avanzan que las obras se podrían retomar este mismo año.
Yesa volvió esta semana a estar de actualidad por la exigencia del Gobierno de Aragón de que finalicen cuanto antes las obras, entre otras cuestiones para contar con la infraestructura en momentos de avenidas. Así lo dijo el consejero de Agricultura, Ángel Samper, tras una reunión con la Asociación de Afectados por las Riadas del Ebro (Asafre) y representantes de 17 municipios.
El propio presidente de la CHE, Carlos Arrazola, asumió en declaraciones a Radio Zaragoza lo «complejo» de la obra de Yesa y defendió la necesidad de los nuevos aliviaderos, que serán más grandes al aumentar la capacidad del embalse. El presidente aragonés, Jorge Azcón, consideró que 2027 le parece «tarde» para acabar las obras y exigió que se aceleren. En este sentido, esta semana ha reiterado la necesidad de reunirse con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, con quien quiere abordar también la recuperación de Biscarrués.
Seguridad al abastecimiento
La CHE indica que Yesa recrecido «aporta seguridad» a los regantes de Bardenas (unas 80.000 hectáreas entre Navarra y Zaragoza) y agua de calidad para un millón de habitantes, «un tercio de la cuenca del Ebro» al incluir la capital aragonesa y medio centenar de localidades navarras y aragonesas. Subrayan también su papel no solo para atender las sequías (con 1.000 hectómetros cúbicos pasaría a ser un embalse hiperanual, es decir, con una capacidad de almacenaje superior al volumen del agua que le llegaría del río en el que se encuentra), sino de las cíclicas avenidas. En este sentido, destacan el papel «clave» del embalse en la crecida del Ebro de febrero y marzo de este año, por su gran capacidad de laminación.
«Itoiz y Yesa han impedido que pasen por Zaragoza más de 500 metros cúbicos por segundo. Han evitado inundaciones importantes y reducen los daños», dice Vinué, que defiende la necesidad de la obra. «Llevamos muchos años. Es verdad que ha habido problemas y se han solucionado. Pero ahora lo que demandamos es que se recorten los plazos para que la obra de Yesa sea una realidad», comenta el presidente de la comunidad de regantes.