Heraldo de Aragón

Un Zaragoza sin colmillos

El equipo solo ha metido un gol en las últimas seis jornadas, el peor ataque del campeonato en estos momentos Aportarle soluciones tácticas al grupo en esta faceta es el gran reto de Víctor Fernández

- CHEMA R. BRAVO

ZARAGOZA. La falta de gol en el Real Zaragoza se ha cronificad­o de tal modo que amenaza incluso la paz de su temporada. La llegada de Víctor Fernández aún no le ha ofrecido, como es natural con tan poco margen para el trabajo, las soluciones necesarias para que el equipo subsane su gran carencia. Frente al Espanyol, solo se remató dos veces a portería, aunque hubo algunas ocasiones claras que no subieron en esa estadístic­a: el acrobático disparo de Bakis, el cabezazo en plancha de Francés… Víctor sabía del problema ofensivo. Sus análisis externos, las referencia­s tomadas dentro y fuera del vestuarios, sus primeros días de trabajo de campo… El técnico conocía las debilidade­s de este Real Zaragoza inofensivo, pero fue el fuego real, el fútbol, el que le desveló la verdadera magnitud de los defectos.

Los datos actuales son desoladore­s, dignos de un equipo en caída picada hacia el descenso de categoría. En las últimas seis jornadas -desde que ganó al Sporting aprovechan­do tres regalos-; el Real Zaragoza solo ha marcado un gol. Lo metió, por otro lado, un central, Alejandro Francés al Cartagena. No se le marcó al Eibar, ni al Villarreal B, ni al Amorebieta, ni al Valladolid ni al Espanyol, es decir, en los últimos cuatro choques no se ha visto portería.

En este periodo de seis partidos, el Zaragoza no ha ganado, solo ha sumado un punto. Es, con diferencia, el peor equipo de Segunda en la actualidad. El segundo peor es el Mirandés, con dos puntos más sumados (3) en las recientes seis jornadas. Esta crisis del Zaragoza estira sus raíces en la insuficien­cia ofensiva. Hay muchas razones que explican el problema. Pueden resumirse en la ausencia de talento y de gol dentro de la plantilla en zonas clave del equipo.

Pero el análisis es más amplio y reposa también sobre aspectos tácticos y colectivos. Desde los principios de juego, las intencione­s, la lectura sobre los rivales, los planteamie­ntos de los partidos, las sociedades dentro del campo, la optimizaci­ón de perfiles, la potenciaci­ón de relaciones estratégic­as sobre el césped, el desarrollo táctico, la estructura ofensiva… Cuestiones que ningún entrenador esta temporada ha acabado por controlar en el Real Zaragoza.

El resultado es un equipo que no marca goles, porque, en gran medida, tampoco se abre caminos hacia ellos ni es capaz de generar situacione­s para hacerlos. Ha sido

Víctor Fernández para el partido contra el Mirandés. Su ausencia era ya sabida y asumida en el cuerpo técnico, pero esta convocator­ia se presentaba en un particular contexto para el jugador: acumulaba cuatro tarjetas amarillas de su primer ciclo sancionado­r, por lo que existía el riesgo de que Francés se marchara con España sub 21 y regresara advertido de suspensión.

Esta situación quedó despejada después del partido contra el Espanyol. Ya con el pitido final señalizado, el colegiado Arcediano Monescillo amonestó a Francés por protestarl­e camino de los vestuarios. La tarjeta quedó señalizada en el acta sin minuto, «en el final del partido». La razón fue la siguiente: «Por dirigirse a mí, recriminán­dome una decisión tomada sobre una acción del juego». El jugador del Real Zaragoza le puso objeciones al árbitro y recibió esa tarjeta que eleva a cinco su número de amonestaci­ones y le obliga a cumplir sanción. Francés se limpiará así aprovechan­do su convocator­ia internacio­nal. una constante en la temporada. Los problemas, como todo en el fútbol, están relacionad­os: el equipo construye lento y mal; no progresa el juego fluido: no lo conduce al último tercio rival; no produce ventajas ni desequilib­rios en esa zona; no genera cantidad (volumen) ni calidad (situacione­s); ni tampoco domina el área; ni la precisión en los remates. Son tantas deficienci­as encadenada­s que empobrecen el ataque del Zaragoza, lo hacen previsible, inocuo y controlabl­e.

El efecto global de todo ello es un equipo sin gol. La falta de gol en los delanteros de la plantilla es el paradigma del problema. Pero esta sequía generaliza­da de los atacantes no solo es causa, sino también consecuenc­ia de esos defectos colectivos.

Así, el Zaragoza no solo se ha convertido en un equipo donde los delanteros no marcan: es que casi nadie marca. Sinan Bakis sigue sin estrenarse después de contratarl­o el club a golpe de talón; Sergi Enrich tampoco ha marcado; Azón solo ha metido dos goles; los mismos que Manu Vallejo… La media docena de Víctor Mollejo representa el mínimo exigible, más los ocho firmados por Maikel Mesa, un centrocamp­ista con alma de delantero que, en esa faceta, está a la altura. Además, Francho ha metido tres goles.

En total, el Real Zaragoza suma 28, menos de un gol por partido. Está entre los ataques menos productivo­s del campeonato junto a SD Huesca, FC Andorra, Villarreal B, Alcorcón o Amorebieta. Equipos que están donde están: hacia el punto al que se conduce el Zaragoza si Víctor Fernández no le entrega al colectivo una fórmula y unas herramient­as que hagan florecer el gol.

 ?? TONI GALÁN ?? Sinan Bakis, en el partido contra el Espanyol.
TONI GALÁN Sinan Bakis, en el partido contra el Espanyol.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain