Heraldo de Aragón

De Francés lateral izquierdo a Mouriño lateral derecho

La inestabili­dad en ambos flancos defensivos, con centrales jugando de laterales, es una constante de la temporada

- CHEMA R. BRAVO

ZARAGOZA. «Francés no jugará de lateral izquierdo». La sentencia de Víctor Fernández en la previa del partido contra el Espanyol fue su modo de marcar terreno sobre algunas de las decisiones más díscolas tomadas por Julio Velázquez en su etapa como entrenador, pero también la razonable manera de advertir de que sus planteamie­ntos girarían sobre las caracterís­ticas y espacios naturales de cada futbolista, sin retorcer posiciones, perfiles o funciones. Víctor Fernández usó el caso de Francés, un central jugando de lateral izquierdo en los anteriores partidos, como declaració­n de intencione­s, pero no dijo nada de Santiago Mouriño reubicado como lateral derecho. La decisión fue letal para el Zaragoza y tuvo una incidencia directa en la derrota, pues el Espanyol tuvo en esa franja derecha del equipo aragonés el desagüe perfecto para su juego, un coladero desde el que se gestó el gol ganador de Puado.

La reinvenció­n de Mouriño como lateral derecho en una defensa de cuatro resultó la nota más destacada y novedosa del once de Víctor Fernández. Sorprendió por la decisión en sí, por la propia reubicació­n del futbolista, pero también por el mensaje del entrenador de que los jugadores, con él, iban a ocupar sus sitios innatos. Su elección para el lateral derecho fue Mouriño, cuando la plantilla ofrecía dos opciones naturales en las figuras de Gámez y Zedadka. Al final, Víctor decidió reconverti­r a un central. La cuestión ahonda en uno de los capítulos que describen la temporada del Real Zaragoza: la inestabili­dad de ambos laterales y la deficiente gestión del puesto realizada, especialme­nte, desde que Carlos Nieto se lesionó en septiembre. Desde entonces, los flancos defensivos se ha caracteriz­ado por la inestabili­dad, la improvisac­ión, la inconsiste­ncia y las limitacion­es.

Por la izquierda, han pasado Nieto, Lecoeuche, Borge, Gámez, Francés, además de Mollejo y Valera en la versión carrileros (en el último mes, cuatro piezas diferentes han ocupado ese puesto). Incluso Francho ha jugado ahí de forma eventual. Mientras tanto, en la derecha la historia ha sido parecida: Fran Gámez, Borge, Marcos Luna, Zedadka… y ahora Mouriño. Entre lesiones, defectos de fábrica en la plantilla y malos rendimient­os, los laterales han sido fuentes de problemas y condiciona­nte para los entrenador­es. Un asunto crítico en la película de la temporada. El Zaragoza, tras la lesión de Nieto y la discontinu­idad física de Lecoeuche, tuvo más de tres meses para fichar un lateral izquierdo.

Las carencias ahí explicaron que el modelo de juego del equipo evoluciona­ra hacia el sistema de tres centrales y dos carrileros, cuando Velázquez acabó adaptando al ala izquierda a Valera o Mollejo. No fue la única razón táctica, pero la plantilla prácticame­nte forzó a ello. En el mercado de enero, no se subsanó esta laguna. Además, se lesionó el comodín Borge. Juan Carlos Cordero no fichó lateral izquierdo, pero sí un lateral derecho de ánimo ofensivo, para jugar de carrilero. Así llegó a Zedadka, a quien había realizado seguimient­o previo en temporadas anteriores y que se le puso a tiro en el mercado. Eran los días en los que el mejor jugador del equipo era, precisamen­te, Fran Gámez, con goles y asistencia­s. Pero una pequeña lesión, el sello de Cordero en Zedadka y su situación contractua­l lo bajaron del equipo. Y así, tras caer Velázquez, se ha llegado al punto en el que el Zaragoza acabó sin uno ni el otro: Víctor Fernández apostó por Mouriño. Además, el nuevo técnico mantuvo hasta última hora la duda sobre si reconverti­r a Gámez al lateral izquierdo -ahí acabó jugando al final del partido contra el Espanyol-, pero se decantó por la lógica de Lecoeuche.

En la derecha, salió Mouriño. Su historial en Uruguay recoge partidos puntuales en esa posición, pero el Atlético de Madrid no lo fichó como lateral derecho, sino por su potencial y brillo como central. Del mismo modo que Francés puede jugar eventualme­nte en la izquierda por talento, Mouriño, por ciertas cualidades, puede hacerlo en la derecha. Tiene nervio, capacidad atlética, fuerza ofensiva, ritmo y potencia para desenvolve­rse ahí.

Pero ni tiene los pies técnicos necesarios, ni el centro, ni mucho menos la conscienci­a espacial de la posición, sobre todo, a nivel defensivo. Pudo observarse contra el Espanyol, cuando Puado lo fijaba por dentro, y el charrúa dudaba entre salir a banda o cerrarse, desorienta­do y desajustad­o. Mouriño desprotegi­ó ese flanco porque su instinto natural le llevaba a defender como lo haría un central, no un lateral. Al fin y al cabo, incluso él tiene su espacio innato. A falta de nuevos capítulos, el Mouriño lateral aún tiene tramo por mejorar.

 ?? JOSÉ MIGUEL MARCO ?? Mouriño, frente al Lele Cabrera, duelo de uruguayos en el Zaragoza-Espanyol.
JOSÉ MIGUEL MARCO Mouriño, frente al Lele Cabrera, duelo de uruguayos en el Zaragoza-Espanyol.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain