CÉSAR PÉREZ GELLIDA «Me atrae mucho más la maldad que la bondad y me divierto investigándola»
GANADOR DEL PREMIO NADAL
¿Por qué le atrae tanto lo siniestro, lo macabro?
Supongo que porque me divierto investigando sobre el comportamiento del ser humano y porque me atrae mucho más la maldad que la bondad. Son las incógnitas que desvelar y rascar.
¿Qué hay de eso de que sus novelas, como la reciente ganadora del Nadal ‘Bajo tierra seca’, nacen de su insomnio, de su incapacidad para conciliar el sueño?
Es así. Empiezo a escribir por esto. Y el método que utilizo es inventarme una historia que retomo al día siguiente en el punto donde me quedé la noche anterior. Lo que hago es visualizar esa escena una y mil veces en mi cabeza, y pasarla al papel.
¿Esta novela se la fue contando a sí mismo?
Claro, claro. Con la imaginación. Yo no trabajo con una estructura previa, ni con un guión, ni con una escaleta… Esta novela empezó siendo un guión, pero hubo un momento en que me sentí encorsetado, el texto no tenía el vuelo y la libertad de mi escritura, y volví a empezar. Tras muchas correcciones aquí está la novela y la presenté al Nadal.
¿Sigue siendo insomne?
Me cuesta menos conciliar el sueño que antes. Me levanto a diario hacia las cuatro o las cinco de la mañana, y suelo acostarme a las once o doce de la noche. Duermo tirando a poco.
Parecería normal que contase una historia de un cacique, pero ¿por qué de una mujer cacique?
Ja, ja, ja. Principalmente porque Antonia Monterroso, la Viuda, está basada en la historia de una mujer que existió, Belle Gunnes, una noruega que llegó a Estados Unidos, a una zona muy rural, al norte de Indiana, y allí se da cuenta de que el sueño americano no existe, o no tiene nada que ver con lo que había creído. Ella traza una línea recta entre el punto de miseria en el que se encuentra y donde quiera llegar. Está movida por la ambición y se convierte en una de las mayores asesinas en serie de la historia.
Ya… ¿Cómo dio el paso?
Se me ocurrió crear un personaje español parejo a ella y traerlo a esa Extremadura, Zafra, de 1917 que permite replicar las condiciones en las que ella vivía.
Y lo hace en menos de diez días, a partir del 17 de abril de 1917.
Hay dos líneas temporales: el presente que apenas dura 10 días, transcurre más despacio aunque hay una gran sucesión de acontecimientos, y luego esos saltos temporales donde la protagonista es Antonia Monterroso; en el presente lo único que conocemos es lo que otros nos cuentan de ella…
Lo que cuenta su amante Jacinto Padilla, criminal desde la primera página. Es una seductora, sin escrúpulos, y dice Padilla: «Verla desnuda era impresionante».
El primer gancho de la Viuda es el atractivo físico. Tienes unos rasgos faciales y fisiológicos muy atractivos, muy diferentes a las mujeres de la época, ejercía un gran poder de atracción sobre los hombres. ¿Con quiénes se queda? Con los que le interesan. Es como una mantis religiosa…
¿Eso lo era la asesina en serie?
Sí, Belle Gunnes también lo era. Se cargó a sus tres maridos y a tres de sus cinco hijos. Pero ya le digo que lo que menos me interesó es que se cargase a 49 hombres, me interesaban las motivaciones. Como es una mujer que desapareció y de la que nunca más se supo, no fue detenida, no fue interrogada, eso me daba mucho margen para crear una ficción sobre los motivos de su comportamiento. Y eso es lo importante.
¿Qué?
Antonia Monterroso no es un personaje simpático para nadie, pero sí genera empatía. Ha habido mujeres que se tienen identificadas y que entienden sus razones. Recuerde que en su ciclo vital, en su período en el circo, hay intentos de violencia y de violación.
Se cruza con su marido Gregorio
Espinosa, su cuñado Francisco, al que acusa, con Padilla, su amante sin escrúpulos, el propio teniente Martín Gallardo…
En ese momento lo que le atrae de Gregorio Espinosa no es la persona, sino las tierras, el dinero, las posesiones. Y eso le permitirá colocarse enfrente del otro gran cacique, Ramón Acevedo, que lo dominaba todo: la justicia, la política, la vida cotidiana, el trabajo, etc. ¿Martín Gallardo? Es un personaje complejo, que representa la justicia, la rectitud, está blindado y acorazado por fuera, pero por dentro está resquebrajado por el opio.
Hay muchas adicciones.
Sí, son claves. La suya, al opio; la de Padilla, al sexo; la de Antonia, al dinero y a las posesiones.