El Congreso aprueba investigar la compra de mascarillas en medio de otra bronca
El PP se abstiene al considerar que con Armengol al frente de la Cámara Baja las pesquisas taparán la corrupción del PSOE
MADRID. El debate para la aprobación en el Congreso de una comisión de investigación que indague sobre las compras sanitarias que todas las administraciones públicas realizaron durante la pandemia se convirtió ayer en una reedición del ‘y tú más’ a cuenta de la corrupción de la que se acusan entre sí PSOE y PP. Esta comisión, que sale aprobada pese a la abstención del PP y el voto en contra de Vox, se suma a la del Senado, donde los populares cuentan con mayoría absoluta y a la que los socialistas votaron a favor, esta sí centrada en exclusiva en el caso Koldo.
La formación que preside Alberto Núñez Feijóo justifica su abstención en que la investigación parlamentaria no puede darse de forma neutral en una Cámara comandada por Francina Armengol, quien como presidenta de Baleares compró a la trama Koldo mascarillas defectuosas por valor de 3,4 millones de euros.
La diputada del PP Macarena Montesinos exigió una vez más la dimisión de Armengol, que ostenta la tercera autoridad del Estado. Montesinos no se limitó a acusar a la presidenta del Congreso. Durante su intervención desde la tribuna de la Cámara baja lanzó sospechas de corrupción contra la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y contra los ministros Fernando GrandeMarlaska, Ángel Víctor Torres y Óscar Puente, además de señalar a los extitulares de cartera José Luis Ábalos y Salvador Illa. Pero con quien más tiempo se detuvo la oradora del PP fue con Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez, al que ya este miércoles el propio Feijóo amenazó con citar en el Senado por supuesto conflicto de intereses.
Según Montesinos, los contactos profesionales de Gómez con Globalia –la empresa matriz de Air Europa, aerolínea rescatada con dinero público durante la pandemia– son irregulares y suponen «bienes gananciales encubiertos». Es decir, que el jefe del Ejecutivo se habría lucrado gracias a los contactos empresariales de su mujer. Esta acusación del PP choca con la Oficina de Conflictos de Intereses que inadmitió la denuncia elevada por los populares sobre una presunta connivencia de Goméz y la familia propietaria de Air Europa para reflotar la compañía aérea.
El PSOE, que remarcó que la investigación debe concernir a todas las administraciones públicas –Gobierno central, comunidades autónomas y municipios– , esgrimió los supuestos delitos fiscales de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. «Que los sinvergüenzas no se vuelvan a colar por la puerta de atrás ni nadie les abra la puerta», señaló la portavoz de la ejecutiva socialista, Esther Peña. «Feijóo –añadió la dirigente del PSOE– no tiene valor para exigir la dimisión de Ayuso».
Armengol se ausenta
Desde Ferraz se mantiene la consigna de contrarrestar el caso
Koldo al contraataque, por mucho que la crispación vaya a más. Y dentro de esta estrategia el principal objetivo es la presidenta de la Comunidad de Madrid, sobre la que los socialistas descargan toda la artillería después de que se destapara que su pareja, Alberto González Amador, cometió dos presuntos delitos fiscales y otro de falsedad documental para ocultar beneficios millonarios como comisionista en la compra de mascarillas durante la pandemia. El exministro Ábalos y ex número tres del PSOE votó desde su escaño en el Grupo Mixto a favor de la comisión de investigación, que indagará en la ‘trama Koldo’ a cuenta de los negocios de quien fue su asesor.
Francina Armengol dio inicio a la sesión de ayer en el Congreso pero se ausentó minutos después y dejó la dirección del debate en manos de su vicepresidente, el también socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. Armengol solo volvió a ocupar su sitio al final de la intervención de la diputada popular Macarena Montesinos, quien durante su intervención reiteró una y otra vez que la presidenta del Congreso y tercera autoridad del Estado debe renunciar a su cargo por la compra de mascarillas defectuosas a la trama Koldo.
La comisión de investigación en el Congreso echará a andar en paralelo a la del Senado. Mientras que para el PSOE la de la Cámara baja servirá para revelar las irregularidades de cualquier administración pública, el PP defiende que la de la Cámara alta será la única neutral y objetiva sobre las supuestas corruptelas durante la pandemia.