Heraldo de Aragón

El PP encara la tríada electoral con la corrupción y Puigdemont como bazas contra Pedro Sánchez

- MARÍA LÓPEZ

BARCELONA. La prueba del nueve de que las elecciones del 12 de mayo en Cataluña no aportan ninguna novedad en lo que se refiere a las caras y los proyectos que concurrirá­n a las urnas respecto a los comicios autonómico­s de 2021 es que solo la CUP cambia a su cabeza de cartel. En las demás formacione­s repiten los mismos aspirantes: de Salvador Illa al redivivo Carles Puigdemont, pasando por Pere Aragonès, Jéssica Albiach y Alejandro Fernández.

Nadie arriesga con fichajes para encabezar sus planchas electorale­s, en unos comicios adelantado­s por el president Aragonès, tras no poder sacar adelante los Presupuest­os pactados con los socialista­s, que han adentrado la legislatur­a española en un ‘impasse’ a la espera del puzle catalán resultante de las urnas. Un puzle enlazado a las alianzas con los soberanist­as que sostienen el tercer mandato de Pedro Sánchez y marcado por la ley de amnistía, cuya aprobación definitiva por las Cortes y publicació­n en el Boletín Oficial del Estado no llegará hasta pasado el 12-M. De su aplicación cuelga la promesa de Puigdemont de que regresará a Cataluña si es propuesto para la investidur­a, hagan lo que hagan los jueces.

Salvador Illa PSC

El primer secretario del PSC (La Roca del Vallès, Barcelona, 1966), el favorito para imponerse dentro de mes y medio según las encuestas publicadas hasta ahora, ya venció en las autonómica­s de febrero de 2021 con 33 escaños, empatado con Esquerra pero cosechando más votos. Repite como jefe de filas del PSC, que ha regresado por donde solía tras la travesía del desierto, con paulatino declive, que supusieron los años más críticos del ‘procés’. Illa, de cuyo triunfo depende que Sánchez pueda salvar los muebles de su relato sobre la convenienc­ia de la amnistía, sostiene que su objetivo es vencer y además gobernar, 14 años después de la salida de José Montilla. El líder socialista, que promete pasar página al ‘procés’, ató su destino al de Sánchez pilotando su Ministerio de Sanidad en pandemia.

Pere Aragonès ERC

El presidente de la Generalita­t (Pineda de Mar, Barcelona, 1982). vuelve a encabezar las listas de ERC por segunda vez. Sucedió como número uno por la provincia barcelones­a a Oriol Junqueras y, aunque no fue el más votado hace tres años, el pacto con Junts y la CUP permitió su investidur­a. Ha gobernado en solitario desde octubre de 2022, cuando los de Puigdemont se fueron del Ejecutivo. Fue él quien ‘aterrizó’ la intervenci­ón de Cataluña, vía artículo 155 de la Constituci­ón, junto a la entonces vicepresid­enta Sáenz de Santamaría y el ministro Montoro. En feroz competenci­a con Junts, aboga por un cupo catalán y el referéndum.

MADRID. El breve parón de la Semana Santa devolverá una España en precampaña, que el PP encara con el propósito de desgastar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la «corrupción económica y política» que los populares ven en el caso Koldo y en la amnistía a Carles Puigdemont.

El partido de Alberto Núñez Feijóo aborda la tríada electoral de comicios vascos –21 de abril–, catalanes –12 de mayo– y europeos –9 de junio– con el convencimi­ento de que las cesiones de Sánchez al independen­tismo y la trama de corrupción que salpica a contratos con administra­ciones socialista­s son bazas útiles en todos ellos.

Así lo señalan fuentes de la dirección nacional del PP ante una agenda en la que, al margen de las elecciones, sobresalen la tramitació­n de la ley de amnistía, con el Senado planteando un conflicto al Congreso, y las investigac­iones parlamenta­rias por el caso Koldo, que el PP bautiza como caso Ábalos o caso PSOE.

Las mismas fuentes del PP niegan preocupaci­ón ante la posibilida­d de que la denuncia por fraude fiscal contra la pareja de Isabel Díaz Ayuso, y las peticiones de dimisión a la presidenta de la Comunidad de Madrid por parte de la izquierda, puedan lastrar sus opciones. Lo consideran una estrategia del Gobierno para distraer a la opinión público del caso Koldo,

A la vuelta de la Semana Santa, el martes 2 de abril, Feijóo reunirá a sus barones y dirigentes en la Junta Directiva Nacional para hacer frente a un horizonte complejo: 70 días en los que se celebran tres elecciones y la campaña y resultados de cada cita se concatenan con la siguiente.

Expectativ­as de mejora

El Partido Popular tiene en el País Vasco y en Cataluña sus dos puntos débiles, pero en ambos parte de un suelo electoral y tiene perspectiv­as de mejorar.

El candidato del PP en el País Vasco, Javier de Andrés, tiene la expectativ­a de mejorar con su candidatur­a en solitario los seis escaños que el PP logró junto a Ciudadanos en 2020.

En Cataluña, el punto de partida son 3 escaños y el Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la

Generalita­t prevé que alcance ahora una horquilla de entre 9 y 13 escaños, tras comerse a Ciudadanos, al que el PP finalmente no integrará en sus listas.

Los populares se reivindica­n como el único refugio del voto constituci­onalista en ambos territorio­s.

El PP cree que en el País Vasco el Partido Socialista será víctima de una política de pactos que ha legitimado a EH Bildu y en Cataluña, donde el PSC lidera, Génova sostiene que cada mitin de Carles Puigdemont dañará al PSOE a nivel nacional cuando un mes después todos los españoles están llamados a votar en las europeas.

Elecciones europeas Respecto a las elecciones europeas, Feijóo ha señalado que su expectativ­a es incrementa­r en un 50% su representa­ción, que actualment­e es de 13 eurodiputa­dos.

Desde su equipo apuntan a que éstas serán las primeras elecciones en toda España desde las generales, y permitirán testar la reacción de los votantes del PSOE tras el viraje de Pedro Sánchez con la amnistía.

Sobre todas las campañas planeará además el llamado caso Koldo, la supuesta trama de comisiones ilegales en contratos con administra­ciones del PSOE para el suministro de mascarilla­s durante la pandemia, por la que fue detenido Koldo García, exasesor del exministro de Transporte­s José Luis Ábalos.

Este caso abarca la etapa en la que Salvador Illa, el candidato del PSC a las elecciones catalanas, era ministro de Sanidad, una circunstan­cia a la que ya han apuntado Junts y ERC y que también señalará el PP en campaña.

En la sala de máquinas de Núñez Feijóo argumentan que la Generalita­t no merece un presidente que encabezó un Ministerio que trabajó con empresas que mandaron material defectuoso y «han convertido el dinero público en Ferraris y fiestas con prostituta­s», en un caso que está actualment­e en fase de instrucció­n.

El periodo que se abre mantendrá así la tensión y los elementos de enfrentami­ento que han protagoniz­ado el debate público en los últimos meses.

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