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Tras años en la cuerda floja por la pandemia, que se llevó por delante muchos de sus negocios, las dos principales organizaciones de autónomos UPTA y ATA, apoyados por la Administración, tratan de detener esta sangría. Aragón ha perdido 19.327 autónomos en los últimos 15 años y 657 solo de diciembre a enero de este 2024. El objetivo, en el medio y largo plazo, es recuperar el terreno perdido y superar la barrera de los 100.000. «¡Ojalá pudiéramos brincar de esa cifra, pero costará tiempo. Ahora sopla un viento más favorable, pero tenemos un colectivo muy envejecido y no hemos sabido hacerlo atractivo para los jóvenes», apunta Jorge Serrano, presidente de ATA en Aragón. «Hay muy buenas intenciones por parte del Gobierno de Aragón pero todo eso tiene que materializarse: No pagar la cuota el primer año es una medida de gran ayuda», reconoce Serrano, que lleva de autónomo en el transporte 30 años y tiene cinco personas a su cargo. «Cuando se cierra un negocio es un drama. Y en el pequeño comercio sigue ocurriendo», critica. «La hostelería ha atravesado también momentos muy complicados aunque las últimas campañas hayan sido buenas y también industria y agricultura continúan perdiendo autónomos», constata.
«La pérdida se produce en todos los sectores», coincide Álvaro Bajén, secretario general de UPTA Aragón, pero sobre todo en comercio, dice, «las caídas son muy grandes». Y pone como ejemplo el reciente cierre del mercado de Hernán Cortés de Zaragoza con puestos que cierran y no vuelven a abrir. «Hay que trabajar en buscar traspasos para ciertos negocios, los que tengan una rentabilidad, para evitar que se destruya tanto tejido productivo», indica, en referencia a un proyecto en el que están trabajando para detectar esos segmentos de autónomos sin relevo con el fin de buscarles una salida.
Financiación, fiscalidad y dificultades para contratar son los principales problemas a los que se enfrenta el autónomo que además de competir con las grandes empresas tienen que hacerlo con las