Azcón reta a la izquierda a llevar a Nolasco al juez y dice que «actuará si es condenado»
El presidente rechaza las críticas al islam de su vicepresidente La mayoría formada por PP y Vox frena la petición de la oposición de que sea destituido
ZARAGOZA. El presidente de Aragón, Jorge Azcón, se desmarcó ayer en las Cortes de Aragón de las incendiarias declaraciones de su vicepresidente y líder de Vox, Alejandro Nolasco, contra el islam y la inmigración. Pero dejó claro que no va a atender en este momento la petición de toda la oposición de que lo destituya por vincular la religión musulmana con el terrorismo y la violencia contra la mujer. Eso sí, retó a la izquierda y le instó a que acuda a los tribunales si considera que Nolasco ha infringido la ley con sus palabras y al romper un folleto editado por el Ayuntamiento de Huesca sobre el islam. «Si es condenado por un delito de odio –dijo Azcón–, el Gobierno actuará en consecuencia».
Había expectación con la sesión plenaria, dado que las declaraciones de Nolasco han puesto en tensión al propio bipartito, que ha evidenciado sus discrepancias en materia migratoria. Para Azcón no era un debate cómodo. Debía mantener un difícil equilibrio entre el rechazo a las palabras de su vicepresidente con la necesidad de no desestabilizar su coalición.
Con este objetivo, quiso enfocar su comparecencia más en la política de atención a los extranjeros que sobre las declaraciones a propósito del islam de Nolasco. Insistió en que su gestión en la materia está guiada por «el estricto cumplimiento de las leyes y los principios de igualdad y solidaridad». Pero también hizo suyo el comunicado que el PP emitió el día que Nolasco cargó contra el islam. «El PP y Vox tenemos discrepancias en materia de inmigración, somos dos partidos distintos», apuntó.
«El PP hizo un comunicado que dice que no es posible intensificar el terrorismo o la violencia machista con una religión», afirmó. Rechazó que la formación de extrema derecha haya condicionado las políticas en materia de inmigración mantenidas por el actual Gobierno y felicitó expresamente a la consejera de Bienestar Social, Mamen Susín, por su gestión en la materia.
Azcón se retiró a su escaño entre los aplausos de la bancada del PP. Quien no aplaudió fue sido Nolasco, que se mostró inquieto y enfadado durante el debate, solicitando en varias ocasiones turnos por alusiones para rebatir las acusaciones de xenofobia de la oposición. Finalmente, la presidenta de las Cortes, Marta Fernández, le permitió hablar entre las críticas de la izquierda, que exigió su cese. No solo negó las críticas que le hicieron los grupos de la oposición, sino que salió al ataque: «Les culpo a todos ustedes de favorecer y fomentar ideologías que promueven el maltrato a la mujer».
«Un vicepresidente xenófobo» La oposición fue dura tanto con Nolasco como con Azcón. De hecho, llevó al pleno una propuesta de «cese inmediato» del vicepresidente por «por alentar el odio contra el islam» e «incitar a la xenofobia» por sus exabruptos contra la inmigración. La mayoría formada por PP y Vox, con la abstención del PAR, impidió que la propuesta prosperara.
Mayte Pérez (PSOE) consideró que la actitud de Nolasco «amenaza la convivencia en la comunidad autónoma». «No hay matiz. O se censura la xenofobia y los mensajes de odio o se apoyan. No puede tener un vicepresidente xenófobo en el Gobierno, que utiliza el altavoz que usted le ha dado para lanzar discursos de odio», le dijo Pérez a Azcón.
Acusó a Nolasco de «arrogarse» el derecho «de decidir quién puede ser español en función de su religión» «No se puede tener un vicepresidente que incendie la calle, que insulte a los inmi