El entorno de la antigua cárcel de Torrero volverá a sus orígenes a los 10 años de la muerte del laurel centenario
ZARAGOZA. El entorno de la antigua cárcel de Torrero volverá a sus orígenes 10 años después de certificarse la muerte del laurel centenario que forzó la modificación del plan especial. Los primeros pasos se darán en la Gerencia de Urbanismo del próximo lunes, donde se requerirá el pronunciamiento de los grupos para iniciar la tramitación. Los cambios harán que los nuevos edificios que se construyan sean «iguales a los tres existentes», sin necesidad de seguir el diseño de C que se promovió en 2006 para proteger el ejemplar.
La historia se remonta a mayo de 2002, cuando se aprobó el plan especial del área de acuerdo a las directrices de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de 2001 y al convenio firmado entre el Ayuntamiento y la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEP).
El elemento principal de la ordenación, recuerdan desde el área de Urbanismo, fue la creación de una nueva plaza alargada de 6.650 metros cuadrados entre la avenida de América y la calle de Fray Julián Garcés y extendida desde la calle de la Villa de Ansó, al norte, hasta el pinar existente al sur.
Entre la plaza y la calle de Fray Julián Garcés se proyectaron cinco bloques lineales en dirección este-oeste. «Tres de estas parcelas se adjudicaron al Consistorio, que encargó la construcción a la sociedad municipal Zaragoza Vivienda», explican las mismas fuentes. Las dos restantes fueron a la SIEP. En una de ellas se encontraba el laurel, cuya protección reclamaron, una vez aprobado el plan especial, vecinos de Torrero y colectivos ecologistas.
Cuatro años después, desde el
Consistorio se promovió una primera modificación del plan especial que no alteraba la edificabilidad ni el número de viviendas previsto, pero permitía conservar el árbol, que quedaba en el centro. El siguiente capítulo se escribió en 2014, cuando el servicio de Parques y Jardines certificó la muerte del laurel. Esto, señalan desde Urbanismo, hacía que la reordenación para mantenerlo dejara de tener sentido. Diez años después, se va a promover una segunda modificación que hará que los dos bloques que se construyan sigan la orientación este-oeste del resto.