Ultimátum de Biden a Nentayahu
del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
El alto funcionario no quiso entrar en detalles sobre lo que mayormente se interpreta como un cambio en la política de ayuda militar a Israel, que dado el uso actual de esas armas podría violar las leyes estadounidenses. A juicio de varios senadores demócratas, «ha llegado el momento de reconsiderarla», como dijo ayer la excandidata presidencial Elizabeth Warren.
Ante la presión de los medios, Kirby argumentó que no quiere «restar espacio al presidente» en las opciones que tendrá para responder a Netanyahu si este no atiende al ultimátum. Pero dijo que la Casa Blanca espera que Israel anuncie medidas concretas «en las próximas horas o días»
Debió ser una llamada tensa, que según los estadounidenses duró treinta minutos y según los israelíes, 45. Nada de amistosa o cordial, como se suelen describir en lenguaje diplomático. Kirby la tachó de «directa, de negocios». Según el comunicado oficial, Biden «dejó claro que la política de Estados Unidos con respecto a Gaza será determinada por la evaluación que haga de las acciones inmediatas de Israel».
Su Administración busca también un alto al fuego inmediato para estabilizar y mejorar la situación humanitaria y proteger la vida de civiles inocentes, por lo que se urgió al primer ministro israelí a «empoderar a sus negociadores» para concluir sin dilación un trato que traiga de vuelta a casa a los rehenes.
Los rumores de la frustración del presidente de Estados Unidos con su colega israelí han estado en la prensa durante meses, pero ayer su portavoz lo admitió sin paliativos. «Sí, está frustrado», dijo Kirby. Según fuentes de
NBC, eso ya se queda corto, porque Biden está «muy enfadado» con el incidente que ha causado la muerte de los trabajadores de World Central Kitchen. La Casa Blanca no quiso pronunciarse sobre las acusaciones del chef José Andrés, según el cual se trató de un ataque deliberado contra el convoy, y prefiere esperar a los resultados de la investigación oficial.
El portavoz de la Casa Blanca aclaró que Estados Unidos no ha autorizado la venta de más armas militares a Israel desde diciembre y explicó que todo lo que se está entregando es el resultado de tratos anteriores que ya habían sido notificados al Congreso hace meses o años, porque se trata de un largo proceso. Con todo, insistió en que Israel es «un amigo, un socio, un aliado» por el que seguirá apostando. «Eso no va a cambiar».