Los casos de cáncer de próstata se duplicarán en las próximas dos décadas
MADRID. Los casos de cáncer de próstata se duplicarán hasta 2040, pasando de los 1,4 millones de pacientes registrados en 2020 a nivel mundial a los 2,9 millones en el año 2040, según una investigación presentada en el Congreso de la Asociación Europea de Urología (EAU), que estima que las muertes debidas a este tipo de cáncer se incrementarán en un 85%, hasta las 700.000 en las próximas dos décadas. En la actualidad mueren unas 350.000 personas por esta causa. En España se diagnostican unos 25.000 casos al año y fallecen 6.000 hombres de media, indica la Asociación de Cáncer de Próstata.
Realizado por expertos convocados por la publicación especializada The Lancet, el informe ‘Planificación para el aumento de casos de cáncer de próstata’ atribuye ese notable incremento al envejecimiento de la población y al aumento de la esperanza de vida. Ante la imposibilidad de prevenir con cambios de hábito y estilo de vida, debido a que los factores de riesgo son la edad y los antecedentes familiares, los autores recomiendan políticas públicas de detección temprana de esta enfermedad que representa el 15% de los cánceres masculinos en el mundo, y casi un 3% de las defunciones de los hombres en España.
Otra estrategia
Países de «altos ingresos», como España, han implementado pruebas de sangre a los hombres de mediana edad para detectar el cáncer de próstata, midiendo una proteína (el antígeno prostático específico, PSA). No obstante, los autores del trabajo argumentan que aún con esta prueba un porcentaje de pacientes, entre el 12% y el 35% en estudios de Reino Unido, tienen un diagnóstico tardío. El test PSA lleva, además, al sistema sanitario a un «sobrediagnóstico y sobretratamiento», según los investigadores.
En cambio, recomiendan focalizar los estudios en personas con antecedentes familiares o con una mutación que les hace vulnerables, mediante resonancias magnéticas, sobre todo en países de recursos medios y bajos. Ahora bien, el diagnóstico temprano exige a los sistemas sanitarios un aumento de servicios de cirugía y radioterapia.