EL PERSONAJE
Nacido en Rabat en 1957, es diplomático por vocación y por elección. Desde abril de 2019 es el embajador de Francia en España ciones entre Francia y España?
Creo que son buenas, sólidas, densas. Son dos países muy conectados económica y humanamente, lo que no impide que existan fricciones.
En la agricultura.
No tanto como en otras áreas. En la agricultura las hubo hace 40 años, antes de la integración de España en la UE. Entonces sí que había temores, aunque también es cierto que en los últimos años hemos tenido algunos episodios de tensión.
También en los últimos meses.
Sí, pero no entre Francia y España, sino en el sector agrícola en general, que vive mal las evoluciones de la política comunitaria. Ha habido roces, sobre todo entre los viticultores. Pero hay que relativizarlos: creo también que algunos vídeos que se han difundido han contribuido a exagerar esos roces.
¿Se nos quiere a los españoles en Francia?
Hay un dato que quizá responda esta cuestión: el turismo español es el que más crece en Francia.
¿Y los franceses se sienten queridos cuando visitan España?
Le digo prácticamente lo mismo. Habría que preguntarles a los turistas franceses. Pero el número crece todos los años.
Hay un proyecto muy importante para Aragón y que atañe a Francia, la reapertura ferroviaria de la línea internacional Pau-Canfranc. En algunos momentos aquí se ha tenido la sensación de que en Francia no había excesivo interés en el proyecto.
No lo veo así, y además lo importante no es quién, en el pasado, ha mostrado más interés en algo. Lo importante es que ya desde hace bastante tiempo estamos trabajando juntos. En Francia hay un gran interés en esa reapertura, eso seguro. Aquitania está invirtiendo mucho, está esforzándose por encontrar fondos europeos con los que avanzar.
Ha sido diplomático en Jordania e Israel. La guerra actual preocupa mucho en Europa. ¿Ve solución al conflicto?
Hay solución y ya está sobre la mesa: dos estados independientes y viviendo en paz. Pero se necesitan más esfuerzos para conseguirla. El ataque de Hamás ha sido totalmente injustificado, ha reabierto un conflicto que estaba en parte apagado y ha provocado una respuesta totalmente desproporcionada. Habrá solución, pero no llegará sin esfuerzo.