Interrogantes y dudas que plantea el plan de reintroducción
ZARAGOZA. Desde el primer momento en que se nos invitó a participar en las jornadas sobre la reintroducción del lince en Aragón, quisimos saber la opinión de los presidentes de las sociedades de los cotos en los cuales se plantea la reintroducir el lince.
La opinión mayoritaria que se nos ha trasladado es que si la reintroducción no afecta a la práctica de la caza, no tendrían inconveniente, y así lo manifestamos.
Hay conclusiones que se pueden sacar de estas jornadas. Una de ellas es que el lince llegará a nuestra tierra, se reintroduzca o no. La diferencia estriba en el tiempo que tarde. No nos olvidemos de que se ha pasado de una población de cuarenta o cincuenta ejemplares en nuestro país a mil setecientos, y creciendo.
Una de las premisas que planteamos es la de crear un protocolo en el que se recojan las casuísticas que puedan darse en zonas con presencia de lince y que desde esta Federación queremos que se recojan.
La mayoría de los cotos en los que se plantea la reintroducción, si no todos, están incluidos en el anexo II, por sobrepoblación de conejos, pero en muchos de estos cotos la población de conejos ha disminuido de una forma considerable. ¿Se permitirá cazar si consideran que la densidad de conejos no es la suficiente para la supervivencia del lince? Esta es una cuestión que nos inquieta y que, bajo nuestro punto de vista, en este momento está en el aire.
El caso contrario, el que hace referencia a un caso de excesiva población de conejos, como puede suceder en varias zonas de nuestra geografía. ¿Tendremos que ser los cazadores, y solo y exclusivamente, los cazadores los que tengamos que apechugar con los daños a las cosechas?, por lo general de cereales de invierno.
En algunas de las fincas en las que se ha soltado linces, la administración ha subvencionado a los propietarios de las mismas. Este es un caso típico de otras comunidades autónomas españolas. En Aragón, sin embargo, en muchos cotos los propietarios de las fincas son unos y los propietarios de los derechos cinegéticos son otros. Dado el caso, ¿quiénes serían los beneficiarios de estas subvenciones?
A lo largo de las jornadas se nos dijo que, en numerosas ocasiones, la presencia de linces no implica ninguna restricción para la caza; pero ¿qué ocurrirá si en una cacería de jabalí un perro atrapa un lince? ¿Tendrá que salir la Federación a defender al causante para que no lo lapiden públicamente, como ocurrió con el caso de la osa Sarousse?