Inversiones de futuro a muchos años vista
I Luis H. Menéndez
Dicen muchos expertos que la economía funciona en gran parte por las expectativas y que son estas las que determinan el buen funcionamiento de una ciudad, una región, un país o incluso un continente. Si se espera que las cosas van a ir a mejor, los ciudadanos consumen más y son muchas las empresas e incluso los gobiernos que deciden llevar adelante sus inversiones. Todo esto genera alegrías que invitan al gasto, ilusiones que se traducen en movimientos de capital que favorecen la actividad económica y en ocasiones endeudamientos que, siempre que estén bien encauzados, pueden estar justificados.
Algo de eso debe estar pasando en Aragón a tenor de los anuncios de proyectos que incluyen desembolsos millonarios conocidos últimamente. Entre ellos hay iniciativas que llevan años madurándose y que ahora se cristalizan, y vale la pena reseñar que abarcan diferentes sectores de actividad con procedencia del capital también diverso.
Esta semana hemos conocido la millonaria inversión del Grupo Costa, cuyos orígenes están en Fraga (Huesca), en un centro agroalimentario que ubicará en la localidad zaragozana de Villamayor. Un proyecto que incluye un desembolso de 469 millones de euros y que prevé crear 3.200 empleos directos y unos 2.000 más indirectos.
Aún tardaremos unos años en ver cómo esta iniciativa se materializa (como está ocurriendo con el de Bon Àrea en Épila) y así se verá también si la fábrica de baterías para coches eléctricos de Stellantis cristaliza finalmente en Figueruelas. Los buenos augurios, en todo caso, están ahí, con una visualización a muchos años vista. Tiempo hay, por tanto, para trabajar en la formación del personal que todos estos proyectos necesitarán.