Saica presenta un Perte de descarbonización en su planta de El Burgo de Ebro
ZARAGOZA. El grupo Saica ha presentado un Perte (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) para la descarbonización del proceso de papel reciclado en su planta de la localidad zaragozana de El Burgo de Ebro, una iniciativa que conlleva una inversión de 101,5 millones de euros y que crearía 440 puestos de trabajo directos e indirectos.
El Gobierno de Aragón declaró ayer de Interés Autonómico la iniciativa, que tiene el objetivo de reducir en un 53% las emisiones de CO2 de la planta, según señaló Mar Vaquero, vicepresidenta segunda y consejera de Economía, Empleo e Industria del Ejecutivo autonómico en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
La responsable política se refirió a Saica como «una empresa genuinamente aragonesa» que merece para este proyecto el apoyo de la DGA, que agilizará los trámites que le corresponden para que se ponga en marcha. «Estamos muy ilusionados con el proyecto y agradecidos por el apoyo recibido por el Gobierno de Aragón, porque implica un impulso para llevar a cabo distintas soluciones energéticas», declaró por su parte Ramón Alejandro, presidente de Saica.
Seis proyectos primarios
La inversión prevista para la iniciativa, según la compañía aragonesa, contempla el desarrollo de un plan integral de descarbonización, con 6 proyectos primarios vinculados de manera directa en las instalaciones de El Burgo. En ella operan tres máquinas de fabricación de papel, que producen 1,3 millones de toneladas al año de papel 100% reciclado y reciclable para embalaje.
La firma reseñó también que la presentación del Perte tuvo lugar el pasado 24 de enero y que su objetivo es «conseguir una transformación integral en la estrategia energética, a través de la mejora de la eficiencia y la reducción de consumo de gas natural».
Las principales actuaciones que refleja el proyecto, incidió también la empresa, son la puesta en marcha de una central de generación de energía a partir de la biomasa, con una producción de vapor superior a las 700.000 toneladas al año; la implantación de una planta de preparación de biomasa, que trataría 161.000 toneladas al año; el montaje de una turbina de vapor de contrapresión que se colocaría en la planta de valorización energética ya existente, y la puesta en funcionamiento de una caldera de biogás, con capacidad para valorizar el biogás generado en la planta de tratamiento y depuración de aguas de la fábrica.