ESCOGER EL MEJOR CENTRO PARA EL DESARROLLO PERSONAL
El modelo educativo, las instalaciones y las actividades extraescolares resultan clave
La escolarización de los hijos es un proceso que los padres se toman muy en serio, ya que el colegio que escojan para sus vástagos marcará su desarrollo posterior. Más allá de aspectos como la cercanía al domicilio familiar o al lugar de trabajo de uno de los progenitores, detalles que pueden facilitar la conciliación; existen otros puntos, como el modelo educativo, que ayudan a decantar la balanza.
Las familias suelen buscar colegios que vayan en consonancia con los valores que inculcan en sus hogares. Para que esto sea posible desde temprana edad, un punto a tener en cuenta es que el colegio disponga de un aula de dos años o, por lo menos, con la etapa de educación infantil completa para que los estudiantes comiencen a desarrollarse en ese ambiente lo antes posible.
En el otro extremo de las etapas formativas, la existencia de diversas modalidades de bachillerato sin tener que cambiar de centro será un punto a valorar. El desarrollo personal puede ir también encaminado hacia la formación profesional, lo que provocará que la posibilidad de estudiar diversos grados medios o superiores sin salir del centro decante la balanza.
La enseñanza de idiomas también resulta clave. Inglés, francés o alemán son las opciones que los colegios ofrecen. Como extra, los progenitores pueden valorar que también se preparen exámenes de instituciones oficiales para que los niños puedan acreditar sus conocimientos en estas lenguas o, incluso, si son centros acreditados para realizar las pruebas.
Más allá del modelo educativo, existen otros aspectos que ayudan a la formación personal de los estudiantes y, por tanto, serán