El Reino Unido busca nuevos países que se unan a Ruanda para acoger a sus inmigrantes
El Parlamento prevé aprobar esta semana la ley de deportación, una vez superada la reticencia de la Cámara de los Lores
LONDRES. El Gobierno británico ha elaborado una larga lista de países africanos y latinoamericanos para negociar acuerdos de acogida de inmigrantes y refugiados que entren en el territorio británico de manera irregular. Costa Rica, Armenia, Costa de Marfil y Botsuana habrían aceptado dialogar con Londres.
El periódico ‘The Times’ y la cadena de televisión pública BBC han tenido acceso a documentos de los ministerios de Interior y Asuntos Exteriores en los que se clasifican los países como posibles nuevos colaboradores (Senegal, Cabo Verde, Togo, Angola, Somalia y Sierra Leona) y otros como improbables socios (Ecuador, Paraguay, Perú, Brasil y Colombia). Marruecos, Túnez, Namibia y Gambia habrían rechazado entablar negociaciones.
Los diplomáticos británicos han enviado evaluaciones de los países señalando, por ejemplo, que un acuerdo con Costa de Marfil, país francófono, causaría turbulencias en las relaciones con París. En casos como Kenia, la opinión de Interior es que el Gobierno de su excolonia rechazaría el plan por ser percibido como nuevo imperialismo. Y Belice se descarta porque es pequeño. La búsqueda de nuevos países receptores habría sido una iniciativa de Rishi Sunak, que se comprometió a parar la llegada de embarcaciones con migrantes a las costas inglesas y necesita que sus iniciativas sean más visibles en este año electoral. El plan de deportación a Ruanda iniciado en 2022 no ha dado ningún resultado, aunque se espera que esta semana se apruebe la ley que lo haría más viable.
El Parlamento despliega estos días una habitual batalla constitucional. La Cámara de los Lores aprueba enmiendas a la ley del Gobierno, que luego son rechazadas por la mayoría en la de los Comunes hasta que los lores detengan su insistencia. Pasará mañana –según los medios– y el rey sellará luego la nueva ley.
Es posible que la Real Fuerza Aérea tenga que transportar a los primeros deportados por falta de aerolíneas dispuestas a sufrir campañas sociales negativas para su reputación.
Según el Ministerio de Interior,
el pasado año entraron en el Reino Unido 33.000 inmigrantes irregulares por vía marítima. Supone una drástica reducción respecto al anterior, lograda por el acuerdo con Albania para evitar la emigración de sus habitantes y el entendimiento con Francia sobre la operación de vigilancia y rescate en el canal de la Mancha. Sin embargo, en 2024 han llegado ya 6.200 ilegales, un aumento del 28% con respecto a las cifras de 2023.
El mecanismo retrospectivo de la nueva ley obliga al Gobierno a deportar a los 40.000 a los que da techo y alimento, pero deja en un estado legal indefinible. No podrán solicitar asilo salvo en circunstancias excepcionales y deberán esperar durante meses a una decisión definitiva sobre su posible expulsión.