Aparecen larvas de mejillón cebra en el embalse del Arquillo, que abastece a la capital turolense
El peligroso molusco bivalvo, que obstruye las canalizaciones, también ha sido hallado en fase de desarrollo en los pantanos de Los Toranes y Rubielos de Mora
TERUEL. Los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) han detectado por primera vez larvas de mejillón cebra en el embalse del Arquillo, que abastece de agua potable a la capital turolense además de regar en torno a 700 hectáreas de campos agrícolas. Está considerada una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del Planeta por los problemas socioeconómicos que genera, pues al hacerse adulto obstruye los conductos y obliga a construir tomas alternativas con un elevado coste monetario.
El hallazgo fue dado a conocer ayer en la capital turolense en unas jornadas divulgativas organizadas por el organismo de cuenca y dirigidas a agentes de protección de la naturaleza, tanto aquellos que dependen del Gobierno de Aragón como de la propia CHJ y la Guardia Civil.
Si bien la aparición de larvas de mejillón cebra en el Arquillo pone en alerta a la CHJ, la jefa de Servicio de esta institución, Concha Durán, quiso tranquilizar ayer a la opinión pública al matizar que la presencia de este animal ha sido por ahora «puntual y esporádica» por lo que, de momento, «no supone un problema».
En la misma línea, los técnicos de la empresa Caasa –contratada por la CHJ para el muestreo del agua– José Luis López y José David Esteban, subrayaron que, con los datos obtenidos, no se puede prever que vaya a producirse un crecimiento de la población de mejillón cebra en el embalse de Teruel. «La densidad larvaria es muy escasa y las referencias tendrán que ser contrastadas con nuevos estudios que determinen si se ha implantado o no», destacó Esteban.
El Arquillo, también conocido como embalse de San Blas por estar ubicado en esta pedanía turolense, no es el único pantano gestionado por la Confederación Hidrográfica del Júcar en la parte sur de la provincia de Teruel en el que han aparecido larvas de mejillón cebra en el último año. Si bien son de menor tamaño, el de Los Toranes –en Albentosa– y el de Balagueras –en Rubielos de Mora– también presentan larvas de este peligroso bivalvo. Por el contrario, el de Mora de Rubielos o de Valbona, está libre de este molusco.
El mejillón cebra se detectó en la cuenca del Ebro en 2001 y en 2008, en el embalse de Calanda, también en la provincia de Teruel. Según Concha Durán, el problema es que, hoy por hoy, no existe metodología para eliminar larvas o ejemplares adultos en sistemas abiertos. Además del deterioro en redes de conducción de agua, causa daños ecológicos, pues agota el fitoplancton y se instala sobre otras especies asfixiándolas.
El visón americano, acorralado Otra de las especies exóticas invasoras que preocupan a la CHJ es el visón americano, cuya presencia en los ríos de Teruel se debe a la existencia en los años 90 del siglo XX de granjas peleteras que sufrieron sabotajes y, derivados de ellos, escapes de estos animales al medio natural.
Aunque no se ha logrado erradicar, la bióloga del Servicio Provincial de Medio Ambiente de la DGA en Teruel, Sara Lapesa, explicó que la población de visón americano está en clara regresión gracias al control ejercido por la Administración, que instaló desde 2005 plataformas flotantes en los ríos para detectar su presencia y facilitar su captura.
«Empezamos apresando de 20 a 25 ejemplares cada temporada y ahora son uno o dos», dijo Lapesa, quien afirmó que el retroceso del visón americano ha elevado la densidad de peces autóctonos y está favoreciendo la vuelta de la nutria a los ríos turolenses.