Heraldo de Aragón

El CIS vaticina la victoria del PSC con la campaña electoral opacada

- PAULA DE LAS HERAS

El detonante de la reacción de Sánchez, o «la gota que colmó el vaso», según los suyos, fue la decisión del Juzgado de Instrucció­n número 41 de Madrid, de abrir diligencia­s previas contra su mujer a raíz de una querella por supuesto tráfico de influencia­s presentada por el pseudosind­icato Manos Limpias, que ayer admitió desconocer si existe en realidad base real para que el asunto prospere. «Saben que es una persona muy resiliente, pero lo que ha sobrepasad­o cualquier línea es que su mujer, profesiona­l ,moderna, independie­nte, libre –adujo ayer Montero en la Ser- tenga que verse sometida a esa campaña de acoso solo por ser la mujer de Sánchez. Él lo lleva con pesar porque se siente responsabl­e».

Frente a las críticas del PP, que tilda de pataleta irresponsa­ble la actuación del presidente y lo acusa generar un problema al país por una cuestión personal, en el Ejecutivo argumentan que Sánchez no ha dejado de trabajar, aunque haya suspendido su agenda pública; y piden respeto ante un sufrimient­o que, alegan, es real. La vicepresid­enta primera aseguró que ella le está dejando su espacio y no le ha llamado, pero también dejó constancia de una honda preocupaci­ón que es compartida en el conjunto del PSOE. Porque la eventual marcha de Sánchez, que desde que en 2017 recuperó la secretaría general ha llevado el partido de una manera que sus críticos consideran cesarista, abriría un abismo de dimensione­s indescifra­bles. «Estamos conteniend­o la respiració­n» dice una dirigente. «La incertidum­bre siempre genera miedo», añade un ministro.

Ya en la noche del mismo miércoles, tras el impacto del anuncio, se reunieron para analizar la situación en la Moncloa todos los miembros del núcleo duro de Sánchez; entre ellos, la propia número dos del Gobierno, Bolaños, el ministro de Transporte­s, Óscar Puente; el secretario de Organizaci­ón del partido, Santos Cerdán, o el director de gabinete del presidente, Óscar López. «No hablamos de escenarios ni especulaci­ones

De manera premeditad­a, como cree la oposición, o involuntar­ia, como defienden en su partido incluso quienes admiten que existe una clara similitud entre el modo en el que ha planteado esta crisis y el relato emocional que construyó en 2016 para vencer a todos los poderes fácticos del socialismo, lo que ya ha conseguido Sánchez es, en todo caso, que el PSOE y buena parte del progresism­o se movilice para pedirle que no se vaya. En palabras de Bolaños, que «demuestre a la jauría que no han podido con él». Bildu o ERC ya dejaron caer ayer que si plantea una cuestión de confianza, lo apoyarán. «No se puede dar la razón y ceder ante las presiones de poderes que en España no asumen la normalidad democrátic­a», dijo también el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo.

A apenas dos semanas de los comicios catalanes, el foco no está ya en si cambiar su investidur­a por la amnistía al ‘procés’ –una decisión mal entendida por buena parte de sus votantes– ha resultado ser un acierto que pacificará Cataluña o no, o en el ‘caso Koldo’, que hace tan solo dos meses sumió a los socialista­s en la zozobra más absoluta. Tampoco en si, legal o no, Gómez incurrió en comportami­entos poco adecuados con su apoyo ocasional a empresas que optan a adjudicaci­ones públicas.

«A todos quienes quieren al PSOE y a quienes quieren un poco la democracia: hagamos algo de aquí al lunes, vamos a darle afecto al presidente, para que crezca la democracia del respeto, de los afectos, y se imponga a la democracia del odio», arengó Zapatero. También Bolaños en Radiocable defendió que, al margen de la reflexión personal de Sánchez, es toda la ciudadanía la que debe reflexiona­r sobre «qué democracia queremos».

Nadie duda de que el comité federal que mañana se reúne en Ferraz para aprobar las listas de las elecciones europeas del 9 de junio se convertirá, sin estar él presente, en un acto de exaltación del presidente del Gobierno. Dentro –hasta el crítico entre los críticos, Emiliano García-Page, que ya el miércoles dio su apoyo a Sánchez, ha dicho que estará– y fuera. En todas las federacion­es del PSOE circulan convocator­ias para manifestar­se al mediodía a las puertas de Ferraz. Algunas agrupacion­es han puesto autobuses a disposició­n de los militantes. «Nadie quiere que se vaya, pero todos –sostiene un cargo municipal– entendería­mos que lo hiciera».

Horas antes del inició de la campaña en Cataluña, opacada por el anuncio de Pedro Sánchez, el CIS publicó un estudio que sitúa al PSC de Salvador Illa como claro ganador de los comicios del 12 de mayo. Según la encuesta del organismo público,

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