Los tres puntos de Leganés serían una garantía de salvación

ZARAGOZA. A falta de seis jornadas para la conclusión de la liga, cuando solo restan por disputar de los últimos 18 puntos, cada año por estas fechas y alturas del torneo es hora de elucubraciones matemáticas, de cálculos quinielísticos y de juegos de pronosticación. Y ahí está el mundillo futbolístico metido hace días.

En lo que concierne al Real Zaragoza y sus ansias de salvación del descenso a Primera RFEF (un año más en esa zona baja de la tabla), se trata de alcanzar un nivel de puntuación que pueda ser considerado suficiente para eludir el riesgo de despeñamiento. La victoria del sábado pasado en Huesca (1-2) resultó clave para huir de un solo salto del máximo peligro. Los blanquillos pasaron de tener solo 42 puntos a auparse al ras de los 45.

Pero aún es insuficiente para gritar ¡eureka! Los cuatro o cinco equipos que ocupan los últimos puestos de la clasificación desde hace meses, de repente, empezaron a ganar y sumar puntos a mansalva hace un mes. Y lo que muchos creyeron ver, en un error de percepción optimista gratuita, como una ‘salvación barata’ este año, al final, va a convertirse en el mismo batiburrillo de líos y combinaciones de cada temporada.

Si el Real Zaragoza gana este sábado próximo en el campo del Leganés, líder de la liga, alcanzará los 48 puntos. Según está planteada la distribución clasificatoria del 12º al 22º puesto (los zaragocistas parten en la 13ª posición), es muy probable que ya sea suficiente para, cuando el campeonato concluya en 37 días, haber esquivado la catástrofe que hace un par de meses abruma al zaragocismo. Eso sí, habrá que dejar pasar dos o tres jornadas más para que las cuentas cuadren con exactitud.

Con 48 puntos, en caso de enlazar una segunda victoria seguida a domicilio, el Real Zaragoza dejaría con seguridad por debajo a 9 equipos, que podrían ser 10 si el Tenerife no gana en Oviedo (equipo, el astur, que pelea por ascender).

Y obligaría a una cuadratura casi tan imposible como la del círculo que reuniese, de modo casi simultáneo, resultados concretos y favorables a sus adversarios de la zona baja en los partidos del Villarreal B, Andorra, Amorebieta, Albacete, Alcorcón, Mirandés, Cartagena, Eldense y Huesca, todos en un mismo sentido, que vinieran acompañados por cinco derrotas de los zaragocistas en las cinco últimas jornadas. Todo para que, así, aún hubiera un agujero por el que se pudiera caer de categoría el equipo que dirige Víctor Fernández.

Por eso, ganar en Leganés es, a corto plazo, garantía casi absoluta de salvación para el Real Zaragoza. De darse este éxito, obligaría al Villarreal B a sumar 12 de los 18 puntos que le faltan por dirimir. Y al Andorra, exactamente lo mismo. Llevaría al Amorebieta a tener que ganar 11 de los 18 puntos que faltan. Y al Albacete, 9 de los 18, la mitad. Estos son ahora los cuatro últimos, los que pisan tierra en llamas.

Pero es que, además, obligaría –todos a la vez, todos– a que el Alcorcón sumara 8 de los 18 puntos que restan. Y al Mirandés, 7; y al Cartagena, Eldense y Huesca, 6. Contando, insisto, con que el Real Zaragoza perdiera todo hasta el final.