Díaz pone deberes al presidente: derogar la ‘ley mordaza’ y reformar el CGPJ
La vicepresidenta reclama a Sánchez «cumplir» el programa común del Gobierno de coalición y convertir esta crisis en «un antes y un después»
MADRID. «Hay que llenar de contenido ese punto y aparte». Superado el alivio tras cinco días entre las dudas por la continuidad del Gobierno de coalición, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no tardó ayer en exigir a Pedro Sánchez que aproveche este «cambio de rumbo» para retomar «la iniciativa» de la legislatura, cumplir el programa común firmado entre PSOE y Sumar antes de la investidura y «continuar con los avances sociales». En definitiva, hacer de esta crisis «un antes y un después». Lo hizo durante una comparecencia ante los medios convocada en el Ministerio de Trabajo tan solo media hora después del anuncio del presidente. Seguidamente se marchó en dirección a Moncloa donde se reunió cara a cara con Sánchez, al que no veía desde la sesión de control al Gobierno celebrada el miércoles en el Congreso, horas antes de que el dirigente socialista publicara su ya famosa carta.
La líder gallega fue más concreta cuando abogó por «democratizar la judicatura». Se afanó en poner deberes al jefe del Ejecutivo, empezando por la derogación de la ley de seguridad ciudadana, popularmente conocida como ‘ley mordaza’, y que la pasada legislatura quedó en el aire después de un desencuentro en la Comisión de Justicia del Congreso entre el Gobierno y algunos socios de coalición como Esquerra, que pusieron como línea roja la prohibición del uso de pelotas de goma por parte de los cuerpos de seguridad del Estado. Díaz también señaló la renovación del sistema de elección del Consejo General del Poder Judicial como prioridad. La vicepresidenta recogía así el guante de Sánchez, que en su discurso asumía el «compromiso» de trabajar «sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneración pendiente de la democracia».
Para Sumar, la decisión del presidente era una cuestión fundamental para su futuro político, ligado desde el adelanto electoral del 23-J a los tiempos que marca el dirigente socialista, siempre en conflicto con la hoja de ruta de Díaz. Por ello, el anuncio de que por ahora nada cambiará en el Consejo de Ministros alivió al socio minoritario del Gobierno.
Tiranteces entre socios
Ahora Díaz busca en el cambio de relato del presidente una oportunidad para reforzar la tramitación de las medidas estrella de Sumar, como la reducción de la jornada laboral sin que ello afecte al salario o aumentar los
Una de las reacciones más duras de entre las que tuvieron lugar ayer sobre la reflexión y posterior decisión de Sánchez de quedarse al frente del Gobierno vino de parte del que fuera su vicepresidente segundo entre 2020 y 2021, el fundador de Podemos Pablo Iglesias.
El exlíder morado señaló en una entrevista en RAC1, de forma rotunda, que «Pedro Sánchez ha hecho el ridículo». En su análisis, Iglesias citó al expresidente de la Generalitat, Josep Tarradellas, recordando su famosa frase sobre que «en política se puede hacer
reunión con los socialistas para dirimir sus divergencias, la decisión de Sánchez de quedarse en la Moncloa ha servido al menos a Sumar para cumplir el reclamo que venían haciendo en los últimos días de «preservar el Gobierno de coalición».
Cuestionada sobre si le ha sorprendido la decisión de Sánchez, la vicepresidenta segunda respondía ayer que no se debe hacer de la política un «melodrama» y que no es relevante su opinión. de todo menos el ridículo». «Creo que esa frase del viejo presidente de la Generalitat va a circular hoy mucho», apostilló antes de afear a Sánchez no haber «anunciado medidas» complementarias a su decisión de seguir en la Moncloa.
Sin embargo, en toda su organización la sensación es la misma, la de una oportunidad de «cambiar de rumbo». «Después de esta crisis no se puede seguir como si no hubiera pasado nada. Las cosas que se han planteado son de suficiente calado como para que no se solucionen con golpes de efecto. Requieren transformaciones estructurales», reivindicó su portavoz parlamentario, Íñigo Errejón.