La conexión paquistaní del líder caído
LONDRES. Nacido en 1985 en una familia de inmigrantes paquistaníes asentados en Glasgow, Humza Yousaf llegó a la gobernación de Escocia en marzo del pasado año. La revista estadounidense ‘Time’ le retrató en octubre, en una de sus célebres portadas, como uno de los ‘Líderes de la próxima generación’.
‘The Time’ le describió como el primer musulmán que gobernaba una democracia occidental. Era una prueba de la integración de inmigrantes de segunda generación en la sociedad británica, al igual que el alcalde de Londres, Sadiq Khan, que el jueves intentará asegurarse un tercer mandato en una capital con más población, ocho millones, que Escocia, cinco.
Está casado con Nadia El-Nakla, palestina, concejala en Dundee. Tienen una hija de cuatro años y Yousaf es padrastro de otra hija, de 14, que tuvo su esposa en un matrimonio previo. Como el líder laborista escocés, Anas Sarwar, también nacido en una familia paquistaní en Glasgow, se interesó muy joven por la política. Su padre, que había inmigrado en la década de los sesenta, se afilió en 1972 al SNP, cuando no era tan popular como ahora.
Yousaf explicó a ‘Time’ que no había tenido conciencia de singularidad en el colegio al que acudió, a pesar de que solo había dos alumnos de familias procedentes del sur de Asia. Una vez, uno de los alumnos le llamó «‘paki’», que es un término interpretado como despectivo y que se aplica a gente con piel y origen social variados.
Recuerda como un momento decisivo en su vida el 11-S (atentados) porque entonces los alumnos del colegio le pidieron información sobre Pakistán y su cultura y sobre su manera de ver Escocia y el resto del mundo. Esa experiencia le habría llevado a interesarse por la política, el tema de sus estudios en la Universidad de Glasgow. Para Yousaf, la dimisión es un fuerte golpe por convertirse en el segundo ministro principal más breve y abandonar tan abruptamente la cumbre de su ambición.