Heraldo de Aragón

Israel y Hamás dan una última oportunida­d al diálogo antes de la operación en Rafah

- MIKEL AYESTARAN

ESTAMBUL. Gazatíes e israelíes miran a El Cairo, donde se retoman los contactos indirectos para lograr un acuerdo de alto el fuego. La esperanza es mayor que en anteriores ocasiones porque ambas partes parecen haber suavizado algo sus demandas. Se trata de una negociació­n que se desarrolla bajo la presión de la inminencia de la operación hebrea contra Rafah, ciudad refugio de más de un millón de palestinos, en la que los bombardeos dejaron decenas de muertos en las últimas veinticuat­ro horas, la mayoría mujeres y niños, según los servicios médicos de la Franja.

Antony Blinken inició su séptimo viaje a la región para impulsar el acuerdo y declaró en Riad que espera que Hamás acepte la «extraordin­ariamente generosa» propuesta de Tel Aviv. El secretario de Estado norteameri­cano advirtió que los islamistas «deben decidir y lo tienen que hacer con rapidez (…) Espero que tomen la decisión correcta». El ministro de Exteriores británico, David Cameron, empleó términos parecidos y pidió a Hamás que acepte una propuesta «generosa» gracias a la que «potencialm­ente miles» de presos palestinos serán excarcelad­os a cambio de los cautivos retenidos. Entre la condicione­s para la tregua, Cameron dijo que «los dirigentes de Hamás tendrían que abandonar Gaza y habría que desmantela­r la infraestru­ctura terrorista».

Los medios israelíes informan de que la propuesta tiene dos fases y en la primera, a cambio de un «alto el fuego humanitari­o temporal», que se alargaría unas seis semanas, el enemigo liberará a 33 mujeres, niños y ancianos que mantiene como rehenes. Los israelíes reducen de esta forma la exigencia de propuestas anteriores de 40 a 33 porque consideran que varios de ellos han muerto.

En la segunda fase se abordarían la liberación de los militares y el final de la guerra, la gran exigencia de Hamás, que desde noviembre se ha negado a aceptar treguas temporales. Los islamistas capturaron a unos 240 israelíes y extranjero­s en el ataque del 7 de octubre y liberaron a 105 en la tregua de una semana de noviembre. Desde entonces Israel ha apelado a la fuerza máxima como estrategia para conseguir que los suyos vuelvan a casa y ha logrado sacar a dos rehenes con vida en una operación de las fuerzas especiales.

Catar, Egipto y Estados Unidos ejercen como mediadores, pero en los últimos meses las conversaci­ones están atascadas y la cifra de muertos palestinos se eleva ya a 34.500. Dos de los temas que han bloqueado los acuerdos han sido el número de cautivos a liberar y de los presos palestinos a excarcelar, y la negativa de Israel a aceptar que los gazatíes puedan regresar a sus casas, o lo que queda de ellas, en el norte de la Franja. Gaza está dividida en dos por el Ejército y el paso está cerrado. Sameh Shoukry, ministro de Asuntos Exteriores egipcio, aseguró que tiene «esperanzas» sobre la última propuesta de alto el fuego, pero no aportó detalles de una iniciativa de la que solo dijo que «ha tenido en cuenta las posiciones de ambas partes (…) Estamos esperando tener una decisión final».

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