Colin Farrell da vida a un detective cinéfilo en la serie de Apple ‘Sugar’
El actor interpreta a un sabueso honrado y encantador que explora el lado oscuro de Los Ángeles
MADRID. Poco podemos reprochar a Apple TV+, salvo que no podamos descargar una aplicación decente en cualquier dispositivo para ver su contenido al completo. Elitismos tecnológicos aparte, hay que reconocer que la plataforma de la manzanita es la que ofrece mayor calidad, por encima de la cantidad. Menos estrenos, más cuidados. Una oferta (casi) impecable a la que se ha unido ‘Sugar’, ¿una de las series del año? Probablemente, pero tamaña frase promocional ha perdido su razón de ser desde que se utiliza todas las semanas para publicitar dos o tres lanzamientos, lo que nos lleva a reunir más de un centenar de propuestas al año, una cifra alejada de la realidad.
Esta proposición decente liderada por Colin Farrell es una delicia. Para empezar, los capítulos no se van mucho más allá de la media hora –excepto el piloto–, la ficción permite un respiro, y la atmósfera, el tono y la descripción de los personajes son exquisitos.
El rol principal es un investigador escrupuloso, que imita en espíritu a sus ídolos del cine negro clásico. Bogart y compañía, con ‘El halcón maltés’ en un pedestal, son su modelo, como si hubiese escapado de ‘El sueño eterno’. Fiel a su principios, lucha contra los fantasmas del pasado y los demonios internos del presente mientras ejerce de detective privado emocionalmente implicado en la desaparición de la nieta de un magnate. La sinopsis no llama especialmente la atención, pero lo interesante de esta apuesta visual de cuidado montaje, que incluye la integración de fragmentos seleccionados de títulos míticos del séptimo arte, es cómo está contado el relato y cómo se mueven sus protagonistas.
Farrell encarna al investigador de principios férreos, alérgico a emplear la violencia, aunque, cuando no le queda otro remedio, sabe utilizarla con elegancia. Le gusta presumir de su cinefilia, una manera de entender el mundo. En una visita al médico, por unos temblores en el brazo, le explica al especialista una secuencia clave de ‘La cosa’, la cinta de culto del maestro John Carpenter. En algunos momento, ‘Sugar’ encaja escenas emblemáticas del ‘noir’ cinematográfico, destellos en color o blanco y negro con patina nostálgica (‘El beso mortal’, ‘Los sobornados’, ‘Gilda’ o ‘Johnny Guitar’), que tienen que ver con lo que está sucediendo o tienen relación con el comportamiento del detective John Sugar, surgido de una película de los años 40, cuyos pensamientos podemos escuchar en una voz en off, como mandan los cánones. El misterio se va enrevesando, implicando a una colección de sujetos al borde de la ley, de existencias entrecruzadas, que reflejan el lado oscuro de Hollywood.
Buena música
La primera temporada de ‘Sugar’ consta de ocho episodios, cuya acción transcurre en la actualidad. El uso del teléfono móvil y otros avances cuentan con su reflejo en un proyecto coprotagonizado por Amy Ryan (‘The Wire’), Kirby (‘Sandman’), James Cromwell (‘Succession’), Dennis Boutsikaris (‘Better Call Saul’), Anna Gunn (‘Breaking Bad’),
Sydney Chandler (‘Pistol’) y Natham Corddry (‘Mindhunter’). Creada por Mark Protosevich, que no cuenta precisamente con una gran filmografía como guionista (el remake de ‘Old Boy’ o ‘Soy leyenda’), dirige el invento –ojo al dato– Fernando Meirelles, responsable de ‘Ciudad de Dios’ y ‘El jardinero fiel’, dos títulos con mucha enjundia.
Junto a ‘Poker Face’, disponible en SkyShowtime, ‘Sugar’ es una de las grandes series de detectives del momento. Farrell despliega su talento interpretativo, la ecléctica selección musical es de altura (Bob Marley, Rosalía, Daft Punk, Billy Joel, Kim Gordon, Iggy Pop...) y hay gusto y devoción tras la cámara. Es difícil no encariñarse con John Sugar, un tipo noble y entero, a ratos melancólico, que no duda en ayudar al necesitado. cabo se nutrían de telebasura, sino por la retirada en masa de la publicidad, y claro, cuando a alguien le tocan el bolsillo, reacciona.
Sí, ya sé que después ha habido otros pseudo ‘Gran Hermano’ con famosos, e incluso con otro nombre, pero nunca fue el genuino, que es el que ahora se va a recuperar con concursantes anónimos.
La noticia la dio, como quien no quiere la cosa, Carlos Sobera en ‘Supervivientes: tierra de nadie’, con un vídeo antiguo de Vicente Vallés, cuando estaba en Telecinco. La idea es que tras los ‘castings’ y otras zarandajas, el programa comience a emitirse en septiembre, inaugurando la