Historia de Iberia Vieja Monográfico
Presagios desde el cielo
ANTES DE LA LLEGADA de Cortés a México en 1519, los aztecas presenciaron una larga serie de hechos anómalos que identificaron con la pronta desaparición de su civilización a manos de uno de sus dioses menores llamado Quetzalcóatl.
Una luz espectacularmente brillante en el cielo que se mantuvo durante un año, seguida de un pavoroso incendio en el templo de Huitzilopochtli, dios de la guerra, fueron los primeros avisos que recogieron en sus crónicas. A ello le siguió la caída de un rayo sobre el mismo templo, la precipitación de un cometa y la erupción de varios volcanes. Para ellos todo tenía el mismo sentido: el anuncio del fin de su mundo.
Por ello, cuando Moctezuma fue informado de la llegada de los españoles, identificó a su líder Hernán Cortés con Quetzalcóatl. Su primer intento fue agradarlos entregándoles oro y comida para evitar su avance hacia Tenochticlán. Al no conseguirlo, ordenó a sus brujos que les hicieran enfermar mediante hechizos, y al no lograrlo tampoco, no tuvo más remedio que alojarlos en su palacio privado.
Y fue allí, en sus estancias, donde los aztecas descubrieron que los españoles no eran semidioses, sino simples mortales a los que debían matar si no querían perder su apreciada Tenochticlán.