Historia de Iberia Vieja Monográfico
Incursiones en África
CON LA INTENCIÓN de defender las costas andaluzas de la piratería del norte de África, los Reyes Católicos iniciaron una campaña de conquistas de determinados enclaves estratégicos en Orán, Argel, Trípoli o Melilla. Posteriormente, gracias a la anexión de Portugal y, con ella, de sus colonias, España pudo hacerse con el control de Ceuta (que los portugueses habían conquistado en 1415), Casablanca y Tánger.
Aunque estas dos últimas fueron devueltas a Portugal en 1640, Ceuta permaneció en manos españolas. El imperialismo español en África conocería un resurgimiento con el tratado de El Pardo, por el cual Portugal cedía a España ciertas plazas a cambio de la devolución de otras partes de Brasil.
Estas plazas se encontraban situadas en la conocida a partir de entonces como Guinea Española, tales como la isla de Bioko (rebautizada con el nombre de Fernando Poo) y los derechos comerciales de los territorios del Golfo de Guinea. La pérdida de las colonias americanas y, posteriormente, el desastre del 98 hicieron que España se centrara en las posesiones que todavía tenía en África. Prueba de ello es que los esfuerzos bélicos españoles se volcaron en las guerras de Marruecos hasta que, en 1911, españoles y franceses se dividieron este territorio en sendos protectorados. Cuando años más tarde, en 1956, el protectorado francés de Marruecos alcanzó la independencia, el gobierno español cedió también su parte de soberanía al nuevo país, a excepción del Sáhara y Sidi Ifni.
Aunque el colonialismo de España en África tuvo un desarrollo tardío con respecto a otras potencias europeas imperialistas, este dio buenos frutos. El desarrollo que alcanzaron las instalaciones sanitarias y la alfabetización en las posesiones españolas alcanzaron unas cotas desconocidas hasta entonces en estos territorios.
El continente africano fue el último en ver colonias españolas. La última en adquirir la independencia fue Guinea Ecuatorial, que se constituiría tras la unión de la isla de Fernando Poo y el territorio continental de Río Muni, en 1968, y el último territorio en ser abandonado fue el Sáhara, en 1975.