De Tartessos al Odyssey
El albañil Alonso Hinojoso del Pino dejó de picar cuando contempló varios restos de barro cocido en la tierra que acababa de horadar. Removió los pedruscos que había en el fondo del hoyo y, junto a los restos arcillosos, vislumbró lo que parecían unos objetos dorados. La cuadrilla de trabajadores decidió parar las obras, informar al arquitecto Medina Benjumea y dar parte a las autoridades para que se personara en el lugar el delegado de zona de Servicio Nacional de Excavaciones Arqueológicas. Don Juan de Mata Carriazo y Arroquia, profesor de Prehistoria, Historia Antigua e Historia Medieval en la Universidad de Sevilla, además de responsable arqueológico municipal, no podía dar crédito al descubrimiento. Diferentes y desconocidas cerámicas, dos brazaletes y un total de 19 piezas de oro macizo fueron parte del inesperado y asombroso hallazgo. Nadie podía imaginar que aquel 30 de septiembre de 1958 y en aquel paraje que había permanecido virgen y sin uso durante siglos se encontraban los restos arqueológicos que han hecho reescribir la protohistoria española y avalar la realidad de una civilización relegada al olvido, el silencio y la quimera: Tartessos. Revisamos aquella epopeya de la arqueología, y repasamos, al hilo de las últimas novedades del Odyssey, la historia de los otros grandes hallazgos de la arqueología subacuática en España.