Gioconda La del Museo del Prado
Puede ser el descubrimiento del año. La restauración de una copia de la Mona Lisa presente en el Museo del Prado ha servido para datarla en la misma época en que el ge
nio florentino realizaba su más célebre retrato. La autoría de la Gioconda del Prado aún permanece envuelta en sombras, pero los expertos barajan la posible paternidad
de cuatro alumnos de Leonardo, dos italianos y dos españoles, los célebres “Fernandos”. Los visitantes del Museo del Louvre podrán jugar próximamente a las di
ferencias y semejanzas entre el original y su copia más antigua.
Dormía el sueño de los justos en el Museo del Prado, y, aunque había estado expuesta alguna vez, nadie le había dado la importancia que merecía. Su autor era desconocido y una fecha, aproximada, fijaba sus coordenadas temporales: primer cuarto del siglo XVI. Era, en fin, una copia a la que nadie había sacado a bailar, hasta que los restauradores le sacaron brillo y descubrieron que, tras su rostro, se escondía un paisaje calcado del original de Leonardo da Vinci. Ese fondo había permanecido velado por una lobreguez embaucadora, lo que hizo que los estudiosos del arte pasaran por alto la simultaneidad de ambas obras. Y es que la conclusión a la que han llegado ahora los especialistas es clara: la copia no es una más, sino una pintura coetánea a la que realizó el genio florentino de la Mona Lisa. Los expertos atribuyen la composición a sus discípulos Andrea Salai o Francesco Mezi. Sea como fuere, la
del Museo del Prado ha removido los cimientos del arte mundial y, a partir del mes de marzo, será prestada al Louvre para que sus visitantes comparen
la belleza de ambas creaciones.