El primer Museo del Cine está en Girona
Como bien han señalado algunos de nuestros amigos en Facebook, el primer Museo del Cine se encuentra en Girona. Abrió sus puertas en 1998, cuatro años después de que el Ayuntamiento de esa ciudad adquiriera la colección de Tomàs Mallol (Sant Pere Pescador, 1923), un fotógrafo, publicista y auténtico apasionado del cine, que llegó a fundar la Unión de Cineastas Amateurs (UCA) con sede en Barcelona, y empezó a alimentar su afán de coleccionista tras leer la obra La Arqueología del Cine, de C.W. Ceram. Desde que adquiriera su primera pieza, un crono (un ingenio que la luz pasa por un rodete) hasta los primeros proyectores que fabricó él mismo, su colección ha ido creciendo a lo largo de más de treinta años de desvelos. El Museo del Cine de Girona, que expone solo una parte de sus fondos, consta de unas 20.000 unidades, entre ellas 8.000 objetos, aparatos y accesorios precinematográficos, así como 10.000 documentos como fotografías, carteles, grabados, dibujos y pinturas, 800 películas y una frondosa biblioteca de más de 700 volúmenes. La institución, cuya visita recomendamos a nuestros lectores, permite recorrer la historia del cinematógrafo desde sus primeros balbuceos, que se remontarían a los espectáculos de sombras, los antecedentes más remotos del arte de las imágenes en movimiento, hasta hoy mismo, una oportunidad perfecta para disfrutar del séptimo arte y su intrahistoria, aprovechando la reciente gala de los Premios Goya 2012.