¿HISTORIA, MITO, LEYENDA?
YLos autores de este ensayo resumen las recientes aportaciones de la arqueología y de la historiografía a la historicidad de la Biblia.
Blázquez y Cabrero realizan un gran trabajo de síntesis, al hacer una foto fija de cómo está el estado de la cuestión de los temas relacionados con la historicidad de las narraciones contenidas en el Antiguo Testamento. En los últimos años ha habido grandes avances, en una u otra dirección, pues son muchos los estudios relacionados, por ejemplo, con la arqueología, la historiografía y la Biblia. Sin embargo, como escriben los autores en la introducción, “no se puede descartar que, en ocasiones, el debate histórico, arqueológico e historiográfico está contaminado por un trasfondo político motivado, sin duda, por los conflictos sociales y de todo tipo que sacuden a esa zona del Mediterráneo desde hace siglos, pero de un modo más intenso y global en las últimas décadas”./ Amos Oz (Jerusalén, 1939), uno de los escritores israelíes de más fama y proyección internacional, escribió los tres relatos que componen este libro en 1978. En los tres, el paisaje es el protagonista, el paisaje árido de Judea que se adentra en Jerusalén y que da a los tres relatos un toque de agresividad: la luz abrasadora, el viento que sopla desde la montaña y los wadis, la sequedad del ambiente que agosta las plantas, y un calor asfixiante que el lector siente en su piel. Y este paisaje, físico e histórico, vivido por el autor, es el de los últimos días del Mandato Británico; un momento en que bulle el deseo de independencia y la reivindicación bíblica y de raza del establecimiento del Estado de Israel. Conviene adelantar una actitud muy importante que predomina en este libro: no hay animosidad contra los palestinos, con los que se convive. Aquí los únicos enemigos son los británicos, usurpadores de un territorio que ejercen como dueños de la situación. Los personajes de estos relatos son todos emigrantes europeos, o mejor “Oleh”, como se llaman así mismos, es decir, los judíos asquezanies que viajan a tierra de Israel, todos procedentes de Centroeuropa. Tres relatos, pues, que aciertan a captar el paisaje y el ambiente de un mismo y emblemático momento histórico./