KAFKA EN LA ESCUELA
Markus Orths utiliza el mundo de la enseñanza como contexto para una parábola sobre el sinsentido de la vida y la anulación del individuo, recursos que lo emparentan con Kafka y Orwell.
Martín Kranich espera desesperado una llamada de la Delegación de Educación para que le confirme su nuevo destino como profesor. Aunque tarda, la llamada llega y Kranich se desplaza hasta Göppingen para ocupar su nuevo puesto como profesor de inglés. Pero desde su llegada al nuevo centro, Kranich se encuentra metido de lleno en lo que él piensa que es una alucinación.
El centro está regido con mano de hierro por un director déspota que mantiene en constante observación a unos alicaídos docentes que asumen su papel de víctimas de un sistema absurdo, surrealista, perverso. La novela retrata las numerosas vicisitudes que vive Kranich, con las que se van detallando las estrategias del director y de la Delegación de Educación para imponer, sirviéndose de delatores y conspiraciones, un régimen dictatorial que, sin embargo, para el resto de los integrantes del claustro parece la cosa más normal del mundo.
A diferencia de Kafka, no tiene un mensaje existencialista ni sombrío, pues el autor describe este mundo deshumanizado con mucho humor. Indirectamente, se hace un irónico retrato del mundo de la enseñanza, sobre todo en lo que se refiere a la burocracia de un centro educativo./