ESPARTACO La película más grandiosa sobre los gladiadores
En cuanto a temas históricos, pocos asuntos han resultado tan atractivos para los grandes directores como los guerreros romanos. Es nuestro tema de portada, y excepcionalmente, hemos querido ofrecer información sobre la mejor película que se ha hecho sobre el tema, Espartaco. Un clásico que, si todavía no lo has hecho, no debes dejar de verlo. No sólo es una aventura que conduce al arte cinematrográfico en su más pura esencia, sino una forma de dar a conocer cómo fue una época y cómo eran aquellos gladiadores sobre los cuales seguimos fascinados. El 1960, con 32 años, Stanley Kubrick firmó Espartaco, reclamado por Kirk Douglas –a quien había dirigido en la impresionante Senderos de gloria– y con un guion del mítico Dalton Trumbo. La figura del gladiador y líder rebelde ya había sido llevada a la pantalla en 1913 –una película muda de Giovanni Vidali– y en 1953 por Riccardo Freda, pero el film de Kubrick se sitúa infinitamente por encima de sus predecesores.
La historia recrea la vida del esclavo Espartaco –un arrollador Kirk Douglas– que es liberado de su trabajo en las canteras por el tratante de gladiadores Batiato –Peter Ustinov–, que lo lleva a Capua y lo introduce en sus espectáculos. Espartaco se enamora de la esclava Varinia –Jean Simmons– y huye de la ciudad encabezando una sangrienta rebelión de gladiadores. El senado romano decide intervenir y, a pesar del desacuerdo entre el senador Tiberio Graco –Charles Laughton– y el poderoso patricio Marco Licinio Craso –Laurence Olivier–, Roma envía sus soldados para reducir y apresar a los rebeldes. Espartaco los derrota. Craso, entonces, aprovecha su influencia y consigue el mandato sobre las legiones; los romanos alcanzan a los hombres de Espartaco y, tras una cruenta batalla, los vencen de manera aplastante: los que no mueren son apresados, llevados a Roma y crucificados en la vía Apia. Por último, los esclavos supervivientes son obligados a luchar entre sí; y los vencedores, Espartaco entre ellos, son también crucificados. El protagonista muere, pero antes