¿A quién recuerda Voltaire?
AUNQUE APARENTEMENTE NADA TENGAN QUE VER el político castellonense Carlos Fabra con el escritor y filósofo francés voltaire, una cuestión de azar los une: descubrieron el secreto de la lotería. Voltaire se sirvió del matemático Charles
Marie de La Condamine y Carlos Fabra... ha sido condenado a cuatro años de prisión por delitos fiscales.
En el siglo XVIII Francia emitió bonos con un interés muy atractivo, tanto que se vio obligado a reducirlo para poder seguir manteniendo esta vía de financiación. Sus consecuencias fueron catastróficas: el valor de los bonos de desplomó y al gobierno se le cerró el grifo. Pelletier-Desforts, Contrôleur Général des Finances, tuvo que tirar de imaginación para atajar aquella sangría, y lo hizo con la lotería. Todos los que tuviesen bonos podrían comprar boletos para participar en un sorteo; el boleto ganador recuperaría el valor nominal de sus bonos y obtendría un premio en metálico. Con esta medida se podría recuperar la confianza y el valor de los bonos, aparte de obtener un dinero extra por la compra de los boletos. Por cada bono cuyo valor nominal fuese de 1.000 livres (moneda francesa hasta finales del XVIII) se podría comprar un boleto pagando una livre y participar en la lotería. Pelletier-Desforts no debía ser muy bueno en matemáticas porque la suma de los premios era mayor que la cantidad que podría recaudar incluso vendiendo todos los boletos. Así que el matemático Charles Marie de La Condamine y Voltaire se unieron para hacerse con la mayor cantidad de bonos posibles y poder comprar tantos boletos que convertirían un juego de azar casi en una ciencia exacta. Como los bonos tenían un valor real inferior a su valor nominal, no tuvieron problemas en hacerse con casi todos los bonos pagando una cantidad más cercana al valor nominal que al real. El día 8 de cada mes se convirtió para ellos en día de cobro… hasta que Pelletier-Desforts, harto de que siempre ganasen los mismos, los denunció ante los tribunales por fraude. Fallaron a favor de Charles Marie de La Condamine y Voltaire, ya que no habían cometido ninguna ilegalidad, se finiquitó la lotería y Pelletier-Desforts se quedó sin trabajo.