El puente de Barcas
DURANTE CASI SIETE siglos el conocido como Puente de Barcas fue el único que cruzaba el cauce del Guadalquivir, uniendo Sevilla y el entonces arrabal deTriana, al tiempo que servía para marcar el límite hasta el que los barcos podían navegar remontando el río. Ordenado construir por el califa almohade AbuYaqubYusuf en el año 1171, estaba formado por una plataforma de madera colocada sobre una sucesión de trece grandes pontones anclados al fondo y sujetos entre sí por recias cadenas de hierro. Las crecidas del río, las inclemencias del tiempo y las guerras hicieron que a lo largo de su historia el puente necesitase continuas reparaciones que encarecían su mantenimiento. En el transcurso de la Guerra de la Independencia y durante el asalto de las tropas españolas y británicas a la ciudad de Sevilla volvió a sufrir graves daños que tuvieron que ser reparados para mantener la conexión entre las dos riberas.
La sustitución del Puente de Barcas por uno más sólido no fue tarea fácil debido a la mala cimentación de las tierras de ambas orillas. Hubo que esperar hasta mediados del siglo XIX cuando las nuevas técnicas de construcción en hierro y piedra permitieron plantearse la construcción de un nuevo puente permanente. El proyecto fue encomendado a los ingenieros franceses Gustavo Steinacher y Fernando Bernadet, que para realizar su diseño se inspiraron en el parisino Pont du Carrousel sobre el Sena. El emplazamiento elegido para levantarlo fue el mismo que ocupaba el Puente de Barcas, que mientras duraban las obras fue trasladado hasta una zona próxima al conocido como Muelle de la Sal, donde hoy en día se levanta la Plaza deToros de la Maestranza. Los trabajos se iniciaron en 1845 y duraron hasta 1852, inaugurándose el 23 de febrero de ese mismo año. Bautizado oficialmente en honor a la soberana con el nombre de Puente de Isabel II, los sevillanos no tardaron en referirse a él como el Puente deTriana, convirtiéndolo en uno de los emblemas de la capital andaluza.