Los gudaris
TRAS EL ESTALLIDO DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA, las provincias de Vizcaya y Guipúzcoa quedaron en territorio leal a la República, mientras Álava y Navarra se situaron del lado de los sublevados. Las zonas republicanas quedaron aisladas y fue entonces cuando se empezaron a formar grupos de combatientes voluntarios que provenían de grupos de izquierda por un lado y de grupos afines al PNV por otro.
Eso es lo que provocó que en una fecha tan temprana como agosto de 1936 se fundara oficialmente el ejército vasco, por el que el propio Aguirre mostró admiración. “Es la máxima capacidad militar que he conocido y tiene una preparación y cultura no ya popular sino universal.” Él mismo se puso al frente de este ejército a partir de octubre de ese año.
La cantidad total de combatientes efectivamente movilizados por el Eusko Gudarostea, que es el nombre que adoptó el grupo, fue 75.000 hombres a fines de marzo de 1937, pero a pesar de su aguerrida fortaleza, la falta de artillería y aviación provocó que sufrieran severas derrotas y finalmente aquellos hombres pasaron a formar parte del ejército republicano. Los nuevos documentos parecen certificar que el propio Aguirre los utilizó según le convenía, aunque el mito y la leyenda sobre ellos prosiguió.