Eugenio D´Ors, el Novecentismo y la España cambiante
en el fondo, todo parecía cuestión de estética. Individuo social y políticamente contradictorio, se mostró en los primeros años de su vida intelectual crítico con el centralismo madrileño, y, después de la Guerra Civil, asumió diferentes puestos de responsabilidad cultural dentro del franquismo. Nacido en Barcelona en 1881, su formación en Derecho y Filosofía y Letras, de las que se doctoró en el año 1906, le hizo moverse en la sensibilidad modernista en boga en aquella época. Sin embargo, fue capaz de entender la sensibilidad cultural del momento e ir un poco más allá del modernismo. No en vano, fue él quien, en 1906, dio nombre a este nuevo movimiento, Novecentismo –o Noucentisme, en Cataluña, donde tuvo una especial presencia–. El reformismo burgués inspira al movimiento, y ciertas peculiaridades asociadas a las posturas artísticas y sociales de generaciones anteriores, como la subjetividad o cierto casticismo son absolutamente rechazadas. D´Ors y su Novecentismo observan la necesidad de mirar más allá, de tener una inspiración universal a la vez que, desde la solidez de sus estudios universitarios, apuestan por un cierto intelectualismo, elitismo y pureza en el lenguaje, además de desdeñar lo apasionado e inclinarse por la objetividad y la pulcritud. Ese mismo 1906 en el que nombró el nuevo movimiento fue importante para Eugenio d´Ors, en tanto que comenzó a escribir en el periódico La Veu de Catalunya sus glosas, dentro de la sección Glossari, consistente en comentarios breves en prensa, en los que hacía una profunda reflexión intelectual a informaciones actuales. Ese mismo año, concretamente en mayo, se trasladaba a vivir a París como corresponsal del mismo diario, y en la capital francesa, con breves interrupciones, permaneció hasta 1910, cuando regresó a Barcelona. Allí se empapó de los más modernos conocimientos de ciencia, psicología y filosofía. De nuevo en España, en 1912 publica La ben plantada, una colección antológica de sus glosas. La segunda década del siglo XX será especialmente fructífera en la creación de D´Ors, y lo es en catalán. También lo será políticamente, en tanto cinceló la política cultural y pedagógica de la Mancomunidad de Cataluña y en 1917 fue Director de Instrucción Pública. Sin embargo, ciertos desencuentros le llevaron a abandonar su puesto y a comenzar una nueva etapa en Madrid y escribir su obra en castellano a partir de entonces, continuando su Glosario en los diarios El Debate y ABC. El arte se fue convirtiendo en una de las actividades troncales de su escritura. Ensayos como Tres horas en el Museo del Prado, Teoría de los estilos o Lo barroco, siguen siendo obras esenciales dentro del análisis artístico. Durante la Guerra Civil fue Director General de Bellas Artes y en condición de tal consiguió que regresaran a España las joyas artísticas que se habían trasladado al extranjero durante la guerra. En el año 1954 moría en Villanueva y la Geltrú, convertido ya en una figura clave de la intelectualidad de la primera mitad del siglo XX español, con todas las contradicciones que esta centuria tuvo en nuestro país y en el mundo entero. /