El terrorismo islámico según Pastor Petit
Pastor Petit tuvo a bien facilitarme su reflexión sobre el terrorismo islamista que, en los albores del siglo XXI, polarizó los intereses de todos los servicios de inteligencia del mundo. Estas son algunas de esas reflexiones redactadas tras el 11S:
¿Cómo no habían de fracasar los tentáculos de la inteligencia delTío Sam si les fue prohibida la infiltración? Desde hace dos meses en todo el mundo, empezando en Norteamérica, se habla de fracaso. ¿Lo hubo? Creyeron que con las atalayas electrónicas y espaciales bastaba para saberlo todo de todos y que así se podrían ahorrar el riesgo mortal de usar el factor humano.Trágico error. La inteligencia en los siglos XX y XXI constituye, no se olvide, una buena combinación de tecnologías sofisticadas y quintacolumnismo. No lo hizo así la Casa Blanca y el Pentágono, y de ahí su vulnerabilidad, la derivada de observar sólo con un ojo...
Desde 1991, con la clausura del KGB –el único enemigo al parecer– se potenciaría la NSA, léase “Echelon”, a expensas de los demás órganos. En 1992, se registraron fuertes mutaciones. En 1993 el atentado inicial contra lasTorres Gemelas pudo haber originado maduras reflexiones, mas no fue así. Falló la capacidad imaginativa y previsora.
En 1994 pude escuchar numerosas voces, tanto en NuevaYork como en Washington, en las que con énfasis se pedía disolver la CIA. ¿Para qué sostenerla habida cuenta que no había enemigo? Hasta el 11 de septiembre la euforia y la autosuficiencia –aupada luego con el Escudo Anti-misiles de Bush– tuvieron al Pentágono envuelto en sueños de gloria. Los mismos que con el 7º de Caballería. ¿Hay peor combinación que la cosechada con la candidez y la arrogancia? La factura sería pagada, como siempre, por la población, no por las altas esferas.