Durante algunos miles de años coexistieron las dos especies, pero el Cromañón, más listo, fue arrinconando al más torpón
Calma. No me tuerzan el gesto: aunque los neandertales evolucionaron en Europa, no son nuestros remotos antepasados. EUROPA “NACIÓ” EN ÁFRICA Entonces, ¿de dónde procedemos los europeos actuales? De África, querido lector. Incluso los arios alemanes vienen de allí, de la especie Homo sapiens. En Etiopía se han encontrado restos del sapiens de hace unos 150.000 años. El hombre de Cromañón es un Homo sapiens de origen africano que llegó a Europa hace unos 40.000 años y se encontró aquí con el Neandertal. Durante algunos miles de años coexistieron las dos especies, pero el Cromañón, más listo, fue arrinconando al Neandertal, más torpón, que acabó por extinguirse. Ley de vida, dirán algunos.
¿Por qué no se fusionaron mediante casamientos mixtos? Vaya usted a saber. Parece que procuraban evitarse. ¿Se agredían? Es posible. De hecho, se ha sugerido que quizá los cromañones se comieron a los neandertales.
O sea, los refinados cromañones, que, estos sí, son nuestros antepasados, también nos salieron caníbales. ¿Existe una explicación racional que los exculpe?
Veamos. El hombre se ha desarrollado sobre el resto de los animales gracias a su cerebro mejor dotado. Ese cerebro ha ido creciendo con el tiempo en tamaño y complejidad. Pero a ese cerebro cada vez más perfeccionado había que alimentarlo con ácidos grasos omega 3 (sí, el de los pescados azules y las nueces). El problema era que en la última glaciación, hace 50.000 años, en una Europa tan helada como la Siberia más siberiana, escaseaban los nutrientes ricos en omega 3. CUESTIÓN DE SUPERVIVENCIA Los inviernos duraban diez meses y la caza más abundante, el reno, es deficitario en omega 3. Sin el aporte del precioso