Confidencias de un literato
SEGUNDA NOVELA que publica la editorial Fulgencio Pimentel de Serguéi Dovlátov (1941-1990). Otra vez la materia narrativa procede de la ajetreada y complicada vida personal y profesional del autor en la URSS y en Estados Unidos.
Oficio está compuesta de dos partes: la primera, El libro invisible, cuenta su vida como escritor en la URSS; la segunda, El periódico invisible, ya en Estados Unidos, relata su participación en un periódico para emigrados rusos.
“¿A quién pueden interesar las confidencias de un literato fracasado?”. Así comienza Dovlátov la narración de sus desgracias como escritor problemático en la URSS. Lo hace de una manera irónica, con mucho sentido del humor, sin recurrir, como él mismo dice, a la tragedia. Sus escritos son sistemáticamente rechazados, aunque “el desprecio oficial se compensaba con una soberbia enfermiza”.
La segunda parte transcurre en Nueva York, destino de su exilio en 1978. Con su habitual ironía, comenta cómo fueron sus inicios: “Mi vida en América comenzó en el mayor de los sosiegos. Como corresponde a un literato ruso, pasé unos seis meses tumbado en el sofá”. Pero allí tampoco lo tienen fácil. Gracias a un patrocinador judío, ponen en marcha un periódico para emigrados rusos, El Nuevo Americano. A la vez, Dovlátov ve cómo sus relatos, avalados por Joseph Brodsky, se publican en las mejores revistas norteamericanas.
Oficio, con sus peculiaridades, puede servir también como las memorias literarias de Dovlátov en la URSS y en Estados Unidos. Su estilo elegante, preciso, ligero, rápido y satírico aleja sus historias y sus personajes, a menudo disparatadas y extravagantes, de la grandilocuencia de la tragedia rusa./ FULGENCIO PIMENTEL. LOGROÑO (2017). 320 PÁGS. 21,85 €. EMILIO LARA (Jaén, 1968) es doctor en Antropología y autor de artículos y publicaciones históricas, entre las que se encuentra su novela La cofradía de la Armada Invencible, que ha sido muy bien recibida y valorada. En esta otra novela, El relojero de la Puerta del Sol, vuelve a demostrar una notable solidez narrativa que se apoya en una rigurosa documentación histórica.
Ahora se inspira en un personaje ciertamente singular, José Rodríguez Losada (1797-1870), que ha pasado a la historia como “el relojero de la Puerta del Sol”. Pero su historia va más allá de esta anécdota. Nació en un pueblo de León, ejerció de pastor y fue militar liberal. El regreso al poder de Fernando VII le obligó a exiliarse, primero a Francia y después a Londres. Allí empezó a trabajar como mozo de limpieza en una relojería. Pero fue tal su habilidad, que al poco tiempo ya era Oficial Relojero y años después heredó el negocio de su jefe. Convirtió su tienda en un negocio internacional y sus aparatos tenían prestigio en todo el mundo. Incluso, como se cuenta en la novela, recibió el encargo de arreglar el mítico Big Ben. También viajó en varias ocasiones a España. En una de ellas, en 1866, donó de manera gratuita el famoso reloj de la Puerta del Sol.
Fue muy conocido en su tiempo en Londres: en su tienda, tenía una tertulia a la que asistían importantes políticos, intelectuales y escritores, como José Zorrilla. También fue un comerciante de reconocido prestigio más allá de Inglaterra. Pero hay más, como se cuenta en esta novela, que incorpora una absorbente dosis de intriga. José Rodríguez Losada, como demuestra Lara, se pasó toda su vida esquivando el pasando y huyendo de peligrosas amenazas.
Novela sobre un atrayente y desconocido personaje que sufrió las consecuencias del exilio y de la división política. Triunfó en los negocios, sí, pero su vida corrió peligro en numerosas ocasiones./