Pío, pío, que yo no he sido: asesinato en Gibraltar
¡QUÉ CALLADITOS ESTÁN ALGUNOS CUANDO LES
INTERESA! ¡Y cómo pían cuando les viene bien! El acontecimiento histórico ocurrió hace en marzo 30 años. La participación de la Policía española fue vital para conseguir los objetivos terroristas perseguidos, pero nadie del Gobierno lo contó para no pisar la mierda.
El servicio secreto inglés descubrió en 1987 que el IRA quería cometer un atentado fuera de sus fronteras para ganar publicidad internacional. Primero creyeron que sería en España y luego confirmaron como destinatario a Gibraltar. Pidieron ayuda a nuestra Policía, que se puso las pilas para controlar los movimientos por territorio español de McCann, Farrell y Savage, tres peligrosos terroristas especialistas en colocar bombas que habían asesinado a dos policías de élite británicos.
A los policías españoles les extrañó que teniéndolos tan controlados, el MI5 no decidiera detenerlos y les permitiera viajar hasta España, pero allá ellos. Vigilaron hasta Marbella los dos coches en que se movían y detectaron que abandonaron uno en un garaje público. Después siguieron hasta Gibraltar. Al día siguiente, los tres hombres eran abatidos por tiradores expertos del SAS: McCann recibió cinco impactos de bala, Farrell ocho y Savage... 16.
El juicio posterior justificó el tiroteo por defensa propia de los soldados, aunque los tres terroristas ni habían sacado sus armas y testigos acreditaron que fueros asesinados sin hacer nada. Siete años después, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos confirmó lo obvio: fueron asesinados ilegalmente. No obstante, ante las críticas en Gran Bretaña y todo el mundo, la primer ministra Margaret Thatcher le echó un par de narices: “Yo disparé”.
Mientras tanto, se ocultó la importante ayuda española que permitió el control de los tres terroristas. A nadie interesaba. La historia está llena de casos en que los gobiernos españoles se han ensuciado las manos en las alcantarillas y siempre han preferido que nadie lo sepa.
FERNANDO RUEDA, uno de los periodistas de investigación más respetados del país, es una de las voces más importantes del programa La rosa de los vientos de Onda Cero. Autor de más de una decena de libros, el último de sus trabajos es La Casa II (Roca).